La investigación de la FBI sobre Nassar comenzó en julio de 2015, después de que se denunciara un lento proceso tras acusaciones de abuso
La gimnasta estadounidense Simone Biles afirmó este miércoles ante un comité del Senado de EE.UU. que no quiere que ningún otro joven deportista sufra el “horror” que ella y cientos de gimnastas sufrieron por los abusos de Larry Nassar cuando era el médico del equipo nacional de gimnasia.
No quiero que ningún otro joven deportista olímpico o ningún otro individuo sufra el horror que yo y que otros cientos han soportado y continúan soportando hasta hoy”, manifestó Biles ante el comité judicial del Senado de EE.UU.
Ese comité del Senado quiere aclarar por qué la oficina del FBI en Indianápolis -donde tiene la sede la Federación de Gimnasia- respondió de manera inadecuada y lenta a las primeras acusaciones de abuso sexual contra Nassar, lo que permitió al exmédico seguir cometiendo los abusos.
Este miércoles, las gimnastas olímpicas Simone Biles y Aly Raisman testificarán sobre los abusos sexuales que sufrieron de manos del médico del equipo olímpico de gimnasia de Estados Unidos, Larry Nassar.
Biles y Raisman se presentarán ante la Comisión Judicial del Senado junto a su excompañera olímpica McKayla Maroney y la ex gimnasta Maggie Nichols, quien fue la primera víctima que reportó los abusos a USA Gymnastics.
La audiencia ocurre después de que el inspector general del Departamento de Justicia, Michael Horowitz, emitió en julio un duro reporte que criticó a la FBI por estropear la investigación con una serie de errores que permitieron que los abusos continuaran por meses.
Horowitz también testificará este miércoles, así como el director de la FBI, Chris Wray, quien se espera que enfrente un duro interrogatorio de miembros de ambos partidos sobre por qué los agentes que arruinaron la investigación nunca fueron procesados por su conducta impropia.
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La investigación de la FBI sobre Nassar comenzó en julio de 2015, después de que el presidente y director ejecutivo de USA Gymnastics, Stephen Penny, informó las acusaciones a la oficina de campo de la FBI en Indianápolis y proporcionó a los agentes los de tres víctimas que deseaban ser entrevistadas.
Esa oficina, entonces dirigida por el agente especial a cargo W. Jay Abbott, no abrió formalmente una investigación. La FBI solo entrevistó a un testigo meses después, en septiembre de 2015, y no documentó formalmente esa entrevista en un informe oficial conocido como “302” hasta febrero de 2017, mucho después de que la FBI arrestó a Nassar por cargos de posesión de imágenes sexualmente explícitas de menores en diciembre de 2016.
Cuando la entrevista fue finalmente documentada en 2017 por un agente especial supervisor anónimo, el informe estaba lleno de “información falsa e información fundamental omitida”, determinó el reporte de Horowitz. La oficina tampoco compartió las acusaciones con las agencias policiales estatales o locales.
Horowitz también dijo que Abbott, quien se retiró de la FBI en 2018, también violó la política de conflicto de intereses de la FBI al discutir un posible trabajo con el Comité Olímpico de Estados Unidos mientras estaba involucrado en la investigación de Nassar.
Ni Abbott ni el agente especial supervisor no identificado que estropeó la investigación de Nassar fueron procesados por sus acciones.
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CAB