Francisco Zea se refirió al desmentido que hizo hoy la Secretaría de Marina sobre la presencia de la menor “Frida Sofía” entre los escombros del colegio Enrique Rébsamen.
Hoy, luego de la noticia dada a conocer sobre la no existencia de “Frida Sofía”, la niña que supuestamente se encontraba entre los escombros del colegio Enrique Rébsamen, Francisco Zea se refirió a la responsabilidad en el manejo de información ante circunstancias como la que se vivió el pasado martes con el sismo registrado.
El periodista recordó que el día de los hechos, pidió a su equipo no dar ningún tipo de información sin confirmar por reporteros o gente que trabajara con la empresa que pudiera haber sacado una fotografía a un edificio derrumbado o a algún desastre provocado por el movimiento telúrico.
Se dijo convencido que ante eventos como el sucedido, no importa quién dé primero la noticia, quién se lleve la exclusiva, de todas la tragedia ya ocurrió y lo que importa es entender que hay un país que está sufriendo, que hay gente que puede estar viva con toneladas de concreto encima, vidas que se pueden salvar y gente angustiada porque no sabe si sus familiares están vivos o muertos.
“No se vale el estar teniendo la atención de la gente, el manejar subir el rating a través de historias que no sean reales ni estén comprobadas, y menos se vale venir a echarle la culpa a otras personas”, enfatizó el conductor.
Zea subrayó que ante una tragedia como ésta, la sociedad exige de los medios de comunicación mucha responsabilidad y seriedad, aseguró que los ratings se recuperan estando de lado de la gente, diciendo de la verdad y no inventando historias.
Sobre la versión del hecho dada por Televisa, apuntó que no puede decir que lo hayan hecho a propósito o que se haya tratado de una confusión, sin embargo, calificó como “cobardía” escudarse detrás de que la Secretaría de Marina se equivocó.
“En las tragedias hay que unirse, hay que dar el corazón, no se trata de competir”, aseguró el periodista, quien enfático apuntó: “si hubo alguna mala intención, qué poca madre”.