
En el marco de la conmemoración del 106 Aniversario Luctuoso del general Emiliano Zapata, la presidenta de México otorgó títulos y constancias agrarias a mujeres
Durante la conmemoración del 106 Aniversario Luctuoso del general Emiliano Zapata, Claudia Sheinbaum otorgó títulos y constancias agrarias a mujeres en Morelos, con la perspectiva de llegar a 150 mil mujeres para el 2030.
Desde la exhacienda de Chinameca, en Ayala, Morelos, la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum, destacó el papel de las mujeres en las transformaciones del país y la importancia de reivindicarlas con el otorgamiento de los derechos agrarios.
“Hoy decidimos dedicarlo para el reconocimiento también de las mujeres como propietarias de la tierra o como derechos agrarios. Solo el 27% de todos los derechos agrarios reconocidos son para mujeres, solo 27%. Nos pusimos la meta de que al 2030 tiene que haber 150 mil mujeres más que sean conocidas como ejidatarias o como comuneras con todos los derechos agrarios”, destacó.
La jefa del Ejecutivo reiteró su compromiso con el campo mexicano a través de los programas sociales de Producción para el Bienestar, el Programa de Fertilizantes y el respaldo a las mujeres con el apoyo de 60 a 64 años.
¿Quién fue Emiliano Zapata?
Emiliano Zapata Salazar (1879-1919), mejor conocido como “El Caudillo del Sur”, fue uno de los símbolos más importantes de la resistencia campesina en México, estuvo al mando del Ejército Libertador del Sur, sus principales ideales giraron alrededor de la justicia social, libertad, igualdad, democracia social, respeto a las comunidades indígenas, campesinas y obreras.
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Nació en San Miguel Anenecuilco, Morelos, el 8 de agosto de 1879, su madre, Cleofas Salazar, muere cuando él tenía 16 años, 11 meses después su padre, Gabriel Zapata, también fallece.
A la edad de nueve años, Emiliano Zapata queda impactado al presenciar un despojo de campesinos por parte de grandes hacendados de la zona, cuestionado Gabriel por su hijo, le dice que no se puede hacer nada, a lo que Emiliano responde: “¿No se puede? Pues cuando sea grande, haré que se las devuelvan”.
A la edad de 30 años, se convirtió en dirigente agrario de Morelos, donde empezó a analizar documentos que acreditaban los derechos de propiedad de los pueblos sobre sus tierras, los cuales habían sido negados por las Leyes de Reforma y participa en reuniones celebradas en Villa de Ayala, que después se convertirían en el Plan de Ayala, que suponía una reforma agraria radical, “La tierra es de quien la trabaja”.
Al proclamarse el Plan de San Luis, que marcaba el inicio de la Revolución, a Zapata le llama la atención el Artículo Tercero, que ofrecía la restitución de las tierras a sus legítimos propietarios; es así que entra en pláticas para la toma de armas junto con Pablo Torres Burgos, Rafael Merino y cerca de 60 campesinos.
Fue el 10 de abril de 1919 que Zapata fue engañado por Jesús Guajardo, haciéndolo creer que estaba descontento con Carranza y que quería unirse a él, ofrecerle armamento y municiones para continuar con su lucha. Así, en la Hacienda de Chinameca, Morelos, al cruzar el dintel, tiradores escondidos en las azoteas, abrieron fuego contra Zapata y su escolta de cien hombres.
Fue como una vez muerto, que Emiliano Zapata se convirtiera en el apóstol de la revolución y símbolo de los campesinos desposeídos.