La pandemia ha traído nuevas prácticas, entre ellas nuevas formas de mantener relaciones sexuales
Un cambio drástico es lo que ha ocasionado esta pandemia, un cambio en muchos sentidos y por supuesto, en el sexo y sus formas de practicarlo también.
Todo está más claro para las parejas que están en confinamiento juntas. Implementar nuevas prácticas, aprender a conocerse, disfrutarse mucho más e incluso hacer eso que “por falta de tiempo” nunca se pudo, son algunas de las novedades que pueden aplicar.
Sin embargo, para quienes están en “sana distancia” resulta mucho más complicado y tal vez eso sea la causa de una transformación en la práctica del sexo.
Todo comienza desde el coqueteo. ¿Cómo hacerlo si uno ni siquiera puede salir? Las redes sociales nos cayeron como “anillo al dedo”, pues es ahí el único sitio en el que por el momento se puede iniciar una nueva relación o mantener alguna surgida antes del encierro.
Y es que incluso la gente que no había ligado en meses o no había salido de su casa desde año nuevo, ahora también tiene el síndrome de abstinencia. La abstinencia de las relaciones sexo-afectivas.
Es aquí cuando entra Tinder que ha registrado un mayor número de usuarios, pues nunca está de más al menos fantasear con ligarte a alguien a distancia y entablar pláticas que probablemente no concluyan en nada, pero que darán a la cuarentena un sentido mucho más divertido.
Claro que si se concluye en algo más, siempre está como opción el sexting (o mejor conocido como sexo online), que es más recomendable practicarlo con una pareja estable, para evitar riesgos posteriores.
Incluso los canales de pornografía han hecho cambios. Justamente Pornhub, lanzó Scrubhub: un sitio web parodia que muestra a estrellas porno famosas lavándose las manos, pero con títulos clásicos e ingeniosos típicos del porno. O sea construyeron un “link” entre el sexo y las medidas de la pandemia, porque el sexo sigue en evolución.
Y es que el término “nueva normalidad”, tan popular por estos días, nos hace preguntarnos sobre cómo gestionaremos nuestra sexualidad en adelante y abre paso a nuevas fantasías y hasta nuevas formas de sexo, que podrían quedarse incluso después de la pandemia.
Una muestra de que todo se transforma y de que el ser humano siempre encontrará la forma de adaptar el sexo a su vida.
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AFG