El deportista de carreras de alto rendimiento estaba en perfecto estado cuando tras cenar en un restaurante se contagió de Covid-19 y llegó a caer en coma
Muchos jóvenes han creído que dada su condición de juventud y la no existencia de enfermedades crónico-degenerativas como diabetes, obesidad, hipertensión y/o asma, son de alguna manera “inmunes” o menos propensos a caer gravemente enfermos a causa del coronavirus.
Este pensamiento pone en riesgo a sus seres queridos en situación vulnerable (padres y abuelos), familiares, amigos y hasta desconocidos con alguna de las condiciones previas, que son expuestos al virus a través de contagios de portadores asintomáticos.
No obstante, la historia del atleta Ahmad Ayyad, de 40 años, es un claro ejemplo de que no existe ningún tipo de persona o condición que sea inmune a caer en complicaciones graves por este mal.
Fue el mismo hospital Johns Hopkins de Washington quien ha difundido la historia de un deportista que ingresó afectado con coronavirus y cuyo proceso hasta curarse ha sido todo un calvario.
El atleta residente en la capital estadounidense estaba en perfecto estado y en forma cuando en marzo tras cenar en un restaurante, comenzó a sentirse mal.
El hombre que había competido en exigentes carreras de obstáculos que lo obligaron a trepar por las paredes y debajo del alambre de púas, arrastrando objetos pesados y atravesando barras y anillos de mono; fue ingresado el 14 de marzo con los malestares típicos de Covid-19: dificultad para respirar, fiebre y debilidad general.
Tras permanecer 25 días ingresado en el hospital, Ayyad perdió más de 27 kilos y tuvo un deterioro en sus capacidades de hablar y moverse.
La afectación fue tan severa que los médicos tomaron la decisión de inducirle el coma por más de cuatro días, tras lo cual comenzó con una paulatina recuperación.
El pasado 22 de abril, Ayyad fue dado de alta con un coágulo de sangre en el brazo izquierdo y daños en el corazón y los pulmones, todas complicaciones derivadas de la enfermedad, pero poco a poco está aumentando de peso y ha comenzado a correr y levantar pesas.
“Parece que se está recuperando muy bien”, dice Sandra Zaeh, MD, becaria de medicina pulmonar y de cuidados críticos, que trató a Ayyad en el hospital y continúa cuidándolo como parte de un equipo de seguimiento llamado PACT, para Post – Equipo COVID agudo.
Al describir una videoconferencia del 5 de mayo, ella dice:
“Fue notable pasar de verlo en su peor momento en la UCI, intubado, profundamente sedado y a menudo delirante, boca abajo para ayudarlo a respirar, con una fiebre que subía y bajaba, y pese a todo estaba sonriendo y hablando de lo feliz que estaba de salir a correr y sentarse afuera con el sol en la cara”, recordó la doctora.
Al respecto, Ayyad dice que recuperarse de COVID-19 es más difícil que entrenar para sus carreras más difíciles.
“Me da gripe todos los años, estoy deprimido por dos o tres días y luego estoy mejor, pero esta no es una gripe. La gente debe tener cuidado y saber que puede pasarle a cualquiera ”, subrayó.
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NCV