Las mujeres se desempeñaban como maestras de una guardería del IMSS, ubicada en la alcaldía Cuauhtémoc.
Un juez de procesos dio sentencia condenatoria en contra de Mónica Sandoval Navarro y Sandy Cervera Ramírez por ser responsables del delito de pederastia agravada cometido a tres menores de edad.
Luego de ocho años de litigio, por fin se dictó sentencia definitiva a las maestras conocidas como Moni ‘La Grandota’ y ‘Sandi’.
La investigación llevada a cabo por el agente del Ministerio Público Federal (MPF), adscrito a la Fiscalía Especial para los Delitos de Violencia contra las Mujeres y Trata de Personas (FEVIMTRA), de la Fiscalía Especializada en Materia de Derechos Humanos, dio como resultado esta sentencia condenatoria dictada por el Juez Decimosegundo de Distrito de Procesos Penales Federales en la Ciudad de México.
El cargo por el que se les imputa a las maestras es ‘pederastia agravada’.
Esto luego de abusar sexualmente de la menor de tres años, Valeria, quien cursaba la guardería en el plantel de lInstituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), ubicado en la colonia Tránsito, alcaldía Cuauhtémoc.
La sentencia condena a Moni ‘La Grandota’, a 26 años y un día de prisión, mientras que para ‘Sandi’ fueron 12 años, cuatro meses y 15 días de cárcel.
La sentencia de ‘Sandi’ será apelada por Leticia H., madre de la afectada.
Leticia H. explicó que, junto con la otra acusada, ‘Sandi’ lleva cinco años en prisión preventiva en el Centro Federal de Readaptación Social 16 en Morelos, por lo que podrá salir en corto plazo.
Secuelas para la menor
La menor tardó varios meses para que relatara todo lo que le hacían las encargadas de la guardería.
Valeria tuvo un retroceso: volvió a usar pañales, vomitaba, tenía pesadillas, perdió varios ciclos escolares.
Aunque la víctima de abuso actualmente tiene 11 años sigue padeciendo crisis, pues, de acuerdo con su mamá:
“Hace unas semana tuvimos un evento en el cual revivió la situación. No ha sido fácil. Su desarrollo psicomotriz no va a la par de los demás niños, se detuvo en el tiempo porque fue abusada. Hemos batallado en las escuelas porque es una niña dispersa que no logra figar la atención”.
Leticia H., madre de Valeria.
A la causa de Valeria se sumaron otros dos casos de niños afectados por las mismas mujeres.
“Hubo mamás que no quisieron hacer nada. Yo sólo pido que se haga justicia, que no haya más niños violentados. El daño ya no es reparable”
Leticia H., madre de Valeria.
Como era de esperarse, estas depravadas fueron suspendidas de sus empleos por el mismo tiempo de la pena de prisión, y el pago de la reparación del daño.
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AVM