Los secuestradores exigían un rescate de 3 millones de pesos y amenazaron con mutilarle un dedo por cada día que no pagaran el dinero solicitado
El jueves 11 de junio, un padre de familia de 50 años de edad, de oficio comerciante, fue secuestrado en el municipio de Nealtican, cuando acudió a supervisar a sus animales de crianza..
Fue interceptado por un comando y trasladado a una casa de seguridad en la la colonia Satélite Magisterial en la ciudad de Puebla.
Unas horas después del secuestro, los familiares de la víctima recibieron la primera llamada para exigir un rescate de 3 millones de pesos y amenazaron con mutilarle un dedo por cada día que no pagaran el rescate.
“No hubo oportunidad de negociar. Ellos no quisieron negociar en ningún momento. No es un dinero que tuviéramos a la mano ni mucho menos teníamos el dinero que estaban pidiendo”, compartió un familiar de la víctima.
La familia no logró conseguir el dinero y esa misma noche recibieron el primer vídeo donde se observa a los secuestradores torturando a la víctima.
El 13 de junio la Fiscalía General del estado de Puebla realizó un operativo para el rescate de la víctima, quien murió a consecuencia de las lesiones en el cuerpo y la amputación de dos dedos.
Los detenidos son originarios de Tuxpan, Veracruz, y se llaman Víctor Hugo “N” alias “el negro” de 33 años; Pedro “N” , de 37 años, originario Córdoba, Veracruz, Diego “N”, de 23 años originario del estado de México, Jorge David “N”. con 28 años, y Juan Alberto “N” alias “don Betote”, de 50 años, originario de Atlixco, Puebla.
Los familiares del comerciante secuestrado temen por su seguridad pues tuvieron un encuentro ante el Ministerio Público con los secuestradores y sus familias.
“Es algo ilógico por parte de la gente del MP, por parte de la licenciada Tania Patricia Martínez Acosta (…) desconozco por qué nos cita delante de los secuestradores y cuál sea la intención de ella. No hay protección de víctimas del delito en este momento no habido nada, ni siquiera les han dicho una ayuda psicológica, nada”, señala la abogada de la familia.
Lo único que pide la familia es justicia y que el crimen no quede impune.
“Yo exijo justicia que este delito no quede impune, es tanto el dolor que tenemos que no se lo deseamos a nadie más… Es un buen hombre conocido en la comunidad, es padre, nunca tuvo problemas con nadie, es padre, abuelo, esposo y ahora se quedan muchas puertas vacías, no sabemos qué pasó”, finalizó.
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NCV