Al momento, ningún directivo les ha informado o resuelto su situación
La incertidumbre laboral predomina entre cientos de trabajadores del sector cultura contratados mediante el llamado capítulo 3000 (por honorarios) a pocos días de que concluyan sus contratos laborales y ante la austeridad salarial propuesta por la nueva administración federal.
Para muchos su relación de trabajo con las dependencias de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México concluye el 31 de diciembre y desconocen si tendrán empleo desde el primero de enero. Los trabajadores manifestaron su preocupación ante la ausencia en sus centros laborales de algún directivo que pueda informarles o resolver su situación.
A la fecha nadie ha tomado decisiones en las distintas dependencias de esa secretaría luego de que no se han realizado ratificaciones o nuevos nombramientos en mandos superiores.
El temor ha suscitado ya que en algunas áreas hay trabajadores por honorarios cuyos contratos finalizaron y no fueron renovados, como los casos de seis personas que prestaban sus servicios en el departamento de prensa de la Dirección General de Publicaciones.
Ante la situación, algunos empleados, en particularmente del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) comenzaron a movilizarse en redes sociales y a participar en protestas públicas. Una de las más recientes se llevó a cabo el martes de la semana pasada al lado de creadores y artistas en una manifestación en el Palacio Legislativo de San Lázaro. En el momento se exigió a los diputados no aprobar la iniciativa de Presupuesto de Egresos de la Federación 2019 en materia cultural.
En una reunión con el presidente de la Comisión de Cultura y Cinematografía de esa cámara legislativa, Sergio Mayer, el pintor y restaurador Alí Villalba sostuvo, en representación de los trabajadores del capítulo 3000 del INBA, que ‘‘son cerca de mil” las personas que prestan sus servicios en esta instancia mediante esta modalidad, muchos de ellos con estudios de licenciatura, maestría y doctorado.
‘‘Tenemos una situación laboral precaria y, en este caso en particular, hace unos días tuvimos una reunión con el director de nuestro centro de trabajo, el cual nos hizo saber que las autoridades les solicitaron una reducción de 30 por ciento del personal. Es decir, si lo aplican de esa manera, de las mil personas que somos, 300 familias se quedarán a la deriva”, apuntó.
‘‘Ese es un dato francamente muy fuerte y doloroso para nosotros, sobre todo porque desde marzo hemos estado en reuniones con la anterior directora del INBA, Lidia Camacho, y su equipo, pero desgraciadamente no nos solucionaron nada.”
El artista informó que con la finalidad de resolver su problemática, estos trabajadores acudieron a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y han solicitado una reunión con la nueva titular de la Secretaría de Cultura federal, Alejandra Frausto, pero no han recibido respuesta.
Ante la incertidumbre de saber cuál será el futuro para el sector cultural, trabajadores del mismo han adelantado que se presentarán normalmente a laborar el primero de enero en sus centros de trabajo, talleres, museos u oficinas, ‘‘sin contrato ni directriz, dispuestos a defender una dignidad laboral que se busca pisotear constantemente”, concluyeron los participantes.
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