Francisco Herrera Argueta de 55 años, realizó uno de los planes más imperfectos de la historia con tal de escapar de la cárcel de San Pedro Sula, en Honduras.
El delincuente, que cumple una condena por asesinato, se disfrazó de mujer con una falda larga, peluca rubia, lentes de sol y pechos falsos, pero eso no fue todo, también se tomó la molestia de pintarse los labios y las uñas de color rosa.
Sin embargo, todo se arruinó cuando intentó salir en compañía de una familia que había acudido a visitar a un preso el pasado domingo 7 de mayo.
Los guardias notaron una forma extraña de caminar ya que su voz parecía de varón, por lo que inmediatamente lo detuvieron y ahora Herrera podría ser trasladado a la prisión de El Pozo, en Santa Bárbara, la cual es considerada como una de las cárceles más peligrosas del país; además podría enfrentar un fuerte castigo por su intento de fuga.