La policía sueca está a la caza de dos sospechosos que robaron una colección de valiosas joyas de la Corona de una catedral situada al oeste de Estocolmo, confirmó ayer el departamento de policía en un comunicado
Este martes dos personas robaron dos coronas y un orbe, decorados con oro, piedras preciosas y perlas, de la catedral de la ciudad sueca de Strangnas y huyeron de la escena del crimen en una lancha que los esperaba a unos cientos de metros en el lago Malaren, el tercer lago más grande de Suecia, dijo la policía.
Se reporta que las joyas, que pertenecían a dos miembros de la familia real del siglo XVII, Carlos IX y Cristina de Suecia, se exhibían en unas vitrinas cerradas en el templo, del cual fueron sustraídas en pleno día.
En ese contexto, el portavoz de la Policía, Thomas Agnevik, afirmó que es difícil estimar el valor de las reliquias robadas. “Son objetos únicos”, señaló Agnevik, mientras que Catharina Frojd, trabajadora de la catedral, aseveró que se trata de “una pérdida enorme en el valor cultural y económico”.
Todavía no ha habido arrestos ni se ha identificado a ningún sospechoso, pero la policía está dando a conocer el robo para intentar recuperar los valiosos objetos.
“Queremos difundir información e imágenes de los objetos para que puedan ser identificados como robados”, dijo el portavoz de la policía Thomas Agnevik.
El rey Carlos IX murió en 1611 y su esposa, la reina Cristina, en 1625. Los objetos tienen un valor incalculable y la policía dijo que serían difíciles de vender en el mercado libre. “Lo que suele ocurrir con este tipo de objetos es que son recuperados tarde o temprano porque hay muy pocas personas preparadas para gestionar joyas así”, dijo Agnevik.
“Tenemos grandes esperanzas de recuperarlos”.
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