El principio básico de Martin Luther King era la no violencia. En 1964 se le concedió el premio Nobel de la Paz
La lucha de Martin Luther King por los derechos civiles, la libertad y la educación posee una relevancia, un sentimiento que va más allá del tiempo. “Tengo un sueño” (I have a dream), el discurso que pronunció ante más de 200,000 personas en Washington D.C., sigue siendo -a 50 años años de su muerte- un himno a la igualdad y a la libertad entre los seres humanos.
Martin Luther King dedicó su vida a la lucha no violenta por la igualdad racial en EE.UU. Sin embargo su legado es mundial, dada la universalidad de temas como el derecho al voto, la no discriminación y la no violencia.
Nació el 15 de enero de 1929 en Atlanta, en el estado de Georgia. Su madre era profesora y su padre, predicador. Cuando King escribió sobre su infancia contó que los dos acontecimientos que más le marcaron en aquella época fueron la muerte de su abuela y su primera experiencia con la segregación racial.
Desde que tenía tres años contaba con un amigo de su misma edad que era blanco. Con seis años fueron a la escuela, pero a colegios diferentes. Él fue a una de negros; su amigo, a una de blancos. Y el padre de su amigo prohibió todo contacto entre ellos. Eso le impactó sobremanera, según relató King.
De joven estudió y comenzó siendo predicador en Montgomery, en Alabama, donde se casó con su novia de siempre, Coretta Scott Williams, y tuvo cuatro hijos.
El principio básico de King era la no violencia. En 1964 se le concedió el premio Nobel de la Paz. “Me niego a aceptar la idea de que la humanidad está trágicamente vinculada a la opaca medianoche del racismo y de la guerra, que hacen imposible alcanzar el amanecer de la paz y la fraternidad”, dijo al recoger el galardón.
El Nobel le dio aun más notoriedad, pero Martin Luther King seguía con su lucha para eliminar la segregación. En 1965 se aprobó la ley de derecho de voto en la que no se perjudicaba a las minorías en las elecciones. A lo largo de ese año King recibió numerosas amenazas de muerte. La noche del 4 de abril de 1968 recibió el letal disparo. Tenía 39 años.
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