Tanto las entidades gubernamentales de Canadá y el Reino Unido, como la Interpol, están llevando a cabo una investigación en relación al caso del chef canadiense Kenneth Law. Se le acusa de haber comercializado dichos paquetes en al menos 40 naciones.
La Agencia Nacional contra el Crimen (NCA) del Reino Unido está colaborando en la identificación de posibles víctimas de Law, quien fue detenido por las autoridades canadienses poco después de que el periódico “The Times” hiciera públicas las graves acusaciones en su contra. Law enfrenta cargos por asistencia al suicidio y está programado para comparecer ante un tribunal en Ontario. En caso de que surjan acusaciones relacionadas con muertes en el Reino Unido, existe la posibilidad de su extradición desde Canadá.
La Interpol proporcionó a la NCA una lista de clientes británicos de Law, quien operaba bajo el nombre comercial “Ley 232”. Esta lista permitió a las autoridades determinar la cantidad de estos clientes que habían fallecido. En cooperación con agentes especialmente capacitados, la agencia de inteligencia tomó la decisión de llevar a cabo una investigación para aclarar posibles delitos cometidos en el Reino Unido.
Law envió paquetes a más de 40 países, incluyendo Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda e Italia. En Australia, se ha confirmado que al menos diez paquetes están relacionados con varias muertes en el país.
Se ha informado que los kits de suicidio enviados por Law contenían una combinación de polvos que debían mezclarse para crear un veneno letal. Además, estos paquetes incluían un libro sobre el suicidio. Las víctimas de Law incluyen a adolescentes y adultos jóvenes de entre 20 y 30 años, lo que agrava aún más la seriedad de este caso.
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A principios de este año, Law confesó a un periodista encubierto del Times que “muchas, muchas” personas habían perdido la vida debido a sus productos. El chef incluso se vanaglorió de que algunos compradores le habían dicho que estaba llevando a cabo “la obra de Dios”. Law reveló que comenzó a vender veneno después de presenciar el sufrimiento de su madre tras un derrame cerebral.
Uno de los relatos más angustiantes implica a Anthony Jones, un adolescente de 17 años proveniente de Michigan, quien presuntamente fue una víctima de Law. De acuerdo con la abogada neoyorquina Carrie Goldberg, Jones irrumpió en la habitación de su madre en plena noche, solicitando urgentemente que contactaran a los servicios de emergencia después de haber consumido la sustancia. A pesar de los esfuerzos realizados, no logró sobrevivir.
En el Reino Unido, individuos como Tom Parfett, de 22 años; Michael Dunham, de 38 años; Neha Raju, de 23 años; y un estudiante de 21 años perdieron la vida tras adquirir productos de Law. El padre de Parfett expresó: “Creo que mi hijo estaría con vida si no fuera por este hombre y esta sustancia”. La asistencia en casos de suicidio es considerada ilegal tanto en el Reino Unido como en Canadá, con sanciones que podrían llegar a una condena de hasta 14 años de prisión.