La misión de la NASA Observatorio Orbital de Carbono 2 (OCO-2, por sus siglas en inglés) tiene como objetivo rastrear las emisiones de dióxido de carbono en más de 100 países de todo el mundo
Está observación permite saber cuánto dióxido de carbono están emitiendo los países y cuánto de este es eliminado de la atmósfera por los bosques y otros “sumideros” de absorción de carbono dentro de sus fronteras.
Misiones cómo estás pueden ser de gran utilidad para el trabajo que se debe realizar en conjunto con la finalidad de combatir el cambio climático. La misión utilizó mecanismos de medición tanto en la superficie de la Tierra como mediciones en el espacio lo que les permite calcular cuánto se ha emitido y cuánto se ha eliminado.
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Este mapa muestra el promedio de emisiones y eliminaciones netas de dióxido de carbono entre 2015 y 2020 utilizando estimaciones informadas por las mediciones del satélite OCO-2 de la NASA. Los países en los que se eliminó más dióxido de carbono del emitido aparecen como depresiones verdes, mientras que los países con mayores emisiones son de color marrón o rojo y parecen sobresalir de la página.
“La NASA se enfoca en ofrecer datos de ciencias de la Tierra que aborden los desafíos climáticos del mundo real, como ayudar a los gobiernos de todo el mundo a medir el impacto de sus esfuerzos de mitigación de carbono”, dijo Karen St. Germain, directora de la División de Ciencias de la Tierra de la NASA en la sede de la agencia en Washington.
Además el estudio nos muestra como se mueve el carbono en la Tierra y como es que los ecosistemas cómo bosques y selvas lo atraen lo que podría controlar el calentamiento global. En un futuro el proyecto podrá volverse más especializado para que se enfoque en países de manera individual.
“Las observaciones continuas de OCO-2 y desde diversos lugares en la superficie de la Tierra nos permitirán rastrear cómo cambian estas emisiones y eliminaciones a medida que se implementa el Acuerdo de París. Las futuras misiones internacionales nos permitirán ofrecer estimaciones más precisas de las emisiones y eliminaciones de los países”. dijo Brendan Byrne, autor principal y científico del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA en el sur de California.
Lanzado en 2014, el satélite OCO-2 cartografía las concentraciones naturales y artificiales de dióxido de carbono con la ayuda de tres espectrómetros similares a cámaras. Estos dispositivos están puestos a punto para detectar los espectros únicos, o la huella luminosa, del dióxido de carbono.
Miden el gas indirectamente por la cantidad de luz solar reflejada que este absorbe en una columna de aire dada. El proyecto OCO-2 es administrado por JPL. Caltech gestiona JPL para la NASA.
Para leer más sobre la misión, visita: ocov2.jpl.nasa.gov