Bautizado bajo el nombre de un héroe de la Revolución Mexicana, el aeropuerto en Santa Lucía espera abrir sus puertas el 21 de marzo del 2022
La coyuntura no perdona, pero también la historia no olvida. Y es que por los ocurrido en Culiacán quedó en segundo plano el inicio de uno de los proyectos más polémicos y esperados del sexenio, el aeropuerto en Santa Lucía.
El pasado jueves por la mañana arrancaron las obras del nuevo aeropuerto de la Capital, en la Base Militar de Santa Lucía.
Bautizado bajo el nombre de un héroe de la Revolución Mexicana, brillante artillero y leal al movimiento de Francisco Villa, el aeropuerto General Felipe Ángeles, espera abrir sus puertas en la más juarista de las fechas, prometiendo recibir a propios y extraños a partir del 21 de marzo del 2022.
Pero mientras esto pasa, y ante la pulcritud que esta obra deberá tener en gastos, ahorros, licitaciones y permisos, luego de las acusaciones al proyecto que no fue, vale la pena preguntarnos ¿qué se necesita para construir un aeropuerto?
Empecemos por un terreno abierto con suficiente espacio para un par de pistas, servicio de tráfico aéreo, proveedores de combustible, zonas de mantenimiento, carga, accesos y salidas para aviones y pasajeros, calles auxiliares, hangares, terminales y plataformas de estacionamiento.
Las pistas se recomiendan sean de hormigón armado por residencia y duración. Márgenes laterales a las mismas para evitar erosión, sobre todo las provocadas por los chorros de los reactores.
Además de zonas despejadas para soportar aterrizajes violentos o emergencias. Pendientes y zonas de drenaje óptimos. Y un diseño que permita que las aeronaves, según su tamaño y características, puedan realizar maniobras con las separaciones establecidas por estándares internacionales.
Permisos y reglas estipuladas por la industria aeronáutica mundial, estudios en materia de capacidad de operaciones, tipos de aproximación, demoras, orientación de pistas, riesgo de fauna, meteorología y demás factores sobre la operación diaria. Esto último con el fin de obtener una eficacia en cada movimiento.
Así como estrategias que optimicen distancias de rodaje que eviten o disminuyan el traslado de aviones a pistas y terminales, zonas de parqueo, esperas, accesos a vehículos de mantenimiento y todo aquello que permite muchas operaciones en el menor tiempo posible. E incluso dejando abierta la posibilidad de ampliaciones y proyecciones a futuro.
El proyecto correrá a cargo del arquitecto Francisco González Pulido y el heroico cuerpo de ingenieros del Ejército Mexicano, una obra que esperamos haya sido pensada en favor del bienestar nacional, pues lejos de filias y fobias esta será una de nuestras principales tarjetas de presentación a nivel internacional.
Contenido relacionado
Así se verá el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles en Santa Lucía (+Fotos)