Una francesa de 19 años que viajó a Canadá para visitar a su madre en Columbia Británica afirma que agentes fronterizos estadounidenses la detuvieron porque cuando trotaba cruzó accidentalmente la frontera
Una francesa de 19 años, fue arrestada el pasado mayo durante 15 días por las autoridades estadounidenses después de que cruzase de Canadá a Estados Unidos inadvertidamente mientras trotaba, informaron medios franceses.
La historia de Cedella Roman, ha tenido un gran eco en Francia, pues se ve como un absurdo reflejo de la dura política migratoria de la administración de Donald Trump.
La estudiante salió el 21 de mayo a correr en las inmediaciones de White Rock, localidad del extremo oeste canadiense colindante con Estados Unidos. Entonces abandonó el borde de la playa debido a la subida de la marea y se adentra en tierra firme, donde fue interpelada por dos agentes.
La joven, quien no portaba ningún documento de identidad en el momento de la detención, aseguró no haberse dado cuenta de que estaba en territorio estadounidense -había entrado en el Estado de Washington y abandonado el canadiense de Columbia Británica- y así se lo hizo saber a los agentes.
A pesar de las explicaciones, fue transferida a un centro de detención estadounidense junto al aeropuerto de Tacoma, en Seattle, situado a unos 200 kilómetros al sur del lugar en el que la interceptaron.
“Es ridículo verse en prisión por salir simplemente a correr. Nunca me imaginé tal cosa”, relató la joven francesa, quien aprovechaba su estancia en Canadá para ver a su madre, residente en ese país, y para aprender inglés.
“Cuando me llevaron a la prisión, con esposas y un vehículo con rejas. Me sentí como una criminal”, agregó.
A su llegada a ese centro, logró llamar a su madre, quien aportó la visa en regla y el pasaporte de su hija.
No obstante, las autoridades de Estados Unidos pidieron a Canadá que comprobase la autenticidad de los documentos de la joven.
Debido al tiempo que se llevó para resolver esas gestiones, Roman acabó por pasar 15 días encerrada, hasta el pasado 6 de junio, junto a decenas de inmigrantes.
“El primer día fue muy duro. La primera semana se me hizo pesada (…), pero intenté relativizar. No tenía mucho de lo que quejarme si me comparaba con lo que ellos vivían. Al final yo pasé encerrada dos semanas y ellos estaban hace meses”, contó.
Debido a este episodio, la estudiante francesa, quien regresó a su país hace una semana, tiene prohibida su entrada al territorio estadounidense.
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