El obispo de la diócesis de Nuevo Laredo, monseñor Enrique Sánchez Martínez, aconsejó a párrocos y personal administrativo de las parroquias que la prevención es no contestar las llamadas, mantener la calma, y no dar ningún tipo de información
Las extorsiones telefónicas han alcanzado a la diócesis de Nuevo Laredo. Párrocos de algunas iglesias de este municipio y de la Ribereña reportan que han estado recibiendo llamadas solicitándoles el depósito en el banco de cierta cantidad a cambio de no ser atacados. “La última semana de junio hubo una racha de llamadas a las parroquias, e incluso de la Ribereña, tratando de extorsionarlas”, señaló el obispo de la diócesis de Nuevo Laredo, monseñor Enrique Sánchez Martínez.
Los pastores de cinco iglesias de la ciudad recibieron llamadas de extorsión, pero ninguna de ellas logró su objetivo.
“Les llamaban pidiendo dinero, que les dieran alguna cuenta. Aunque nosotros ya sabemos que esas llamadas no son de aquí, pero te dicen que están afuera de la parroquia, que tienen el nombre de los que ahí están y te dicen ‘te voy a matar si no depositas’”, explicó.
Sobre esta situación, el obispo recomienda no entrar en pánico, aconsejando a párrocos y personal administrativo de las parroquias que la prevención es no contestar las llamadas, mantener la calma, y no dar ningún tipo de información.
Pidió primero cerciorarse si la amenaza es cierta o no, aun cuando en estas llamadas los delincuentes saben bien el nombre del párroco, la parroquia, la secretaria y demás datos.
“Sabemos cómo operan, y la orientación que hemos dado a todos los párrocos es que no respondan, que apaguen su celular, se han dado casos que llaman a las secretarias de las notarías parroquiales, entonces les decimos que no hagan caso y no den datos”, orientó.
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