Riesgo de infartos aumenta en Navidad y Año Nuevo debiddo al estrés, alcohol y cambios en dieta. La prevención es la clave para cuidar el corazón
La Navidad y el Año Nuevo se consideran como épocas festivas y de convivencia, también representan un riesgo importante para la salud cardiovascular.
Estudios recientes destacan un aumento significativo en los casos de infartos de miocardio, accidentes cerebrovasculares y fibrilación auricular durante este periodo.
Factores como el estrés, el consumo de alcohol y cambios en la dieta son algunos de los principales detonantes.
¿Por qué incrementan estas enfermedades en diciembre?
Durante las celebraciones navideñas, diversos hábitos pueden contribuir al deterioro de la salud cardiovascular.
Uno de los principales factores es el aumento del consumo de alcohol, conocido por desencadenar el llamado “síndrome del corazón en vacaciones”.
Este fenómeno se caracteriza por la fibrilación auricular, un ritmo cardíaco irregular que puede aumentar el riesgo de ictus si no se trata a tiempo.
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El alcohol afecta directamente las células del corazón, alterando sus impulsos eléctricos y provocando un latido irregular que reduce la eficacia del órgano.
Esto permite que la sangre se estanque y forme coágulos que pueden viajar a otras partes del cuerpo, generando complicaciones graves.
Además, el estrés emocional y los cambios en la dieta, como el consumo excesivo de sal, también incrementan el riesgo de desarrollar arritmias.
Otro punto crítico es el descuido de los medicamentos. Las fiestas, viajes y actividades ocupadas llevan a algunas personas a olvidar tomar sus dosis habituales, lo que puede agravar condiciones preexistentes como la hipertensión, aumentando la probabilidad de complicaciones cardíacas.
Infartos, riesgo crítico durante las festividades
Los infartos de miocardio son especialmente comunes en las semanas de Navidad y Año Nuevo, con un aumento del 15 % en comparación con otras épocas del año.
Según expertos, las probabilidades de sufrir un infarto son mayores el 25 de diciembre, seguidas del 26 de diciembre y el 1 de enero.
Esta tendencia se debe, en parte, a que los factores de riesgo que desencadenan la fibrilación auricular también están relacionados con los infartos.
Un infarto ocurre cuando el flujo sanguíneo al corazón se ve interrumpido, causando daños en el músculo cardíaco. Si no se recibe atención médica oportuna, este daño puede ser irreversible.
Pese a la gravedad de los síntomas, muchas personas evitan buscar atención médica durante las fiestas, ya sea por no querer interrumpir las celebraciones o por subestimar los síntomas, lo que agrava la situación.
Es fundamental reconocer las señales de un infarto, que incluyen dolor en el pecho, molestias en la parte superior del cuerpo (brazos, espalda, cuello o mandíbula) y dificultad para respirar.
Otros síntomas, como náuseas, sudor frío y mareos, son más comunes en mujeres, quienes a menudo experimentan cuadros menos típicos.
Cómo prevenir complicaciones cardíacas durante las fiestas
La prevención es clave para reducir el riesgo de complicaciones cardíacas en Navidad y Año Nuevo.
Los expertos recomiendan priorizar hábitos saludables, como limitar el consumo de alcohol, reducir la ingesta de alimentos ricos en sal y mantener una rutina de ejercicio físico moderado.
Dormir lo suficiente es igualmente importante, ya que la falta de descanso puede exacerbar el estrés y aumentar la presión arterial.
Además, quienes toman medicamentos deben asegurarse de no omitir dosis, incluso durante viajes o celebraciones.
Llevar una cantidad suficiente para posibles contratiempos puede marcar la diferencia.
Por último, es crucial estar atento a cualquier señal de alerta, tanto para uno mismo como para los demás.
Si se experimenta un ritmo cardíaco irregular, falta de aliento, mareos o dolor en el pecho, se debe buscar atención médica inmediata.