Pequeñas cantidades de chocolate ayudan a prevenir males cardiacos y previene el envejecimiento prematuro por su alta concentración de antioxidantes
Muestra del sincretismo cultural, el pastel de chocolate ha estado entre nuestras mesas desde hace poco más de 150 años, apareciendo por vez primera en 1764 tras el descubrimiento de que moler granos de cacao entre piedras pesadas producía cacao en polvo, el cual después podría convertirse en chocolate.
Seis décadas después, el químico holandés Conrad Van Houten creó un método con el que se podía extraer mecánicamente la grasa del licor de cacao que producía manteca; gracias a lo que actualmente podemos disfrutar de este delicioso alimento.
Desde aquellos días, la gastronomía de distintos países ha integrado el chocolate como un ingrediente elemental. De esta manera, en algún punto del camino el 27 de enero comenzó a celebrarse el Día Mundial del Pastel de Chocolate o ‘Chocolate Cake Day’.
De este modo, la receta del pastel de chocolate tal y como la conocemos, data de 1847 en Filadelfia, en el interior de uno de los libros de cocina más importantes y que ha hecho historia: ‘Ladies Receipt Book’, de Eliza Lesley.
Así, los amantes de este postre, pueden escudarse en dicha celebración para desayunar, comer y cenar pastel de chocolate en todas sus variantes (que dicen, existen por lo menos 162 recetas para prepararlo).
Y, aunque el consumo del chocolate debe ser moderado para evitar que nos produzca sobrepeso u obesidad pues en su composición hay una alta cantidad de calorías y grasas saturadas , es importante mencionar que el chocolate conlleva una serie de beneficios para nuestra salud dado que su composición química se destaca por una elevada concentración de polifenoles, principalmente flavonoides, sustancia química que ayuda a prevenir los problemas cardiovasculares.
Esta sustancia también se encuentra en otros alimentos como el vino tinto, el té verde y algunas frutas.
El punto es que, los flavonoides del cacao se hallan en mayor concentración en el chocolate amargo, por lo cual el consumo de chocolate con leche o el chocolate blanco no es tan recomendable pues, por su contenido de azúcar no refleja los mismos beneficios.
Por lo que, consumir pequeñas cantidades de chocolate al día o cada determinado tiempo, junto con una alimentación que no contenga altos porcentajes calóricos puede ayudar a prevenir enfermedades cardíacas.
También previene el envejecimiento prematuro de la piel, justamente gracias a su alta concentración en antioxidantes.
Por otro lado, es un buen aliado del placer, ya que contiene feniletilamina, un neurotransmisor que produce sensación de placer (la misma sustancia que segrega el cerebro cuando nos estamos enamorando).
Pero también estimula el sistema nervioso central gracias a que posee teobromina, una sustancia con una acción muy semejante a la de la cafeína; mejorando así la memoria.
Beneficios del chocolate
- Incrementa la actividad antioxidante.
- Disminuye el colesterol malo.
- Reduce el riesgo de formación de trombos.
- Disminuye la presión arterial y la vasodilatación periférica, tanto en personas sanas como ligeramente hipertensos.
- Disminuye el riesgo de sufrir males cardiovasculares y derrames cerebrales.
- Es bueno para el esmalte de los dientes, ayudando a no contraer caries, pues el cacao contiene ”streptococcus mutans”, una bacteria que limita la producción del ácido que las genera.
- Reduce la glucemia en ayunas y genera energía por su contenido calórico.
- Mejora el metabolismo de la flora intestinal.
Así que ya saben, un poco de chocolate amargo al día además de generar un inmenso placer gustativo, traerá beneficios en la salud cardiovascular.
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