Las autoridades de Kiev informaron que fragmentos de drones cayeron sobre un edificio municipal en el distrito de Obolon, al norte de la ciudad, temprano el sábado.
Rusia lanzó un nuevo ataque nocturno con drones sobre Kiev y otras ciudades de Ucrania el sábado. En respuesta, el presidente Volodímir Zelenski renovó su llamado para mejorar la defensa aérea del país y aumentar las capacidades de largo alcance.
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Las defensas aéreas ucranianas derribaron 72 de los 76 drones Shahed sobre 12 regiones del centro, sur y este del país, informó la fuerza aérea.
“Necesitamos más capacidades para reforzar el escudo aéreo, la defensa antiaérea y las capacidades de largo alcance para seguir protegiendo la vida y a nuestro pueblo”, dijo Zelenski, que tiene previsto viajar a Estados Unidos a finales de este mes, en la aplicación de mensajería Telegram.
No hubo noticias inmediatas de víctimas, pero las autoridades describieron daños en edificios de varias partes del país.
Las autoridades de la ciudad de Kiev dijeron que fragmentos de drones cayeron sobre un edificio municipal en el distrito de Obolon, al norte de la ciudad, a primera hora del sábado, pero no se produjo ningún incendio en el lugar.
El gobernador de la región que rodea Kiev dijo que los restos de un dron dañaron varias casas particulares y un local comercial, y también destrozaron las ventanas de un edificio residencial de gran altura.
En la región meridional de Odesa, los restos dañaron varios edificios comerciales y casas particulares y también provocaron varios incendios.
Durante la noche sonaron alertas aéreas de tres a cinco horas en muchas regiones de Ucrania. El alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, dijo que las unidades de defensa antiaérea habían actuado en la capital durante la noche. Ucrania también despliega grupos móviles de cazadores de drones y utiliza la guerra electrónica para repeler los frecuentes ataques de drones rusos.
Durante casi 31 meses de guerra, las fuerzas de Moscú bombardearon Ucrania con miles de drones y misiles, matando a miles de civiles, dañando las infraestructuras y el sector energético del país y destrozando decenas de miles de edificios residenciales y comerciales.
Moscú niega haber atacado intencionadamente a civiles y afirma que sus ataques de largo alcance pretenden reducir la capacidad de lucha de Ucrania.