El Regimiento Azov ha sido una de las formaciones militares ucranianas más destacadas en la lucha contra Rusia en el este de Ucrania
La Corte Suprema de Rusia declaró este martes al Regimiento de Azov una organización terrorista, una designación pudiera llevar a cargos de terrorismo contra algunos de los combatientes capturados que hicieron una férrea resistencia dentro de la planta siderúrgica de Mariúpol, Ucrania.
Decenas de combatientes de Azov son prisioneros de Moscú desde que se entregaron a mediados de mayo. Las autoridades rusas han iniciado causas criminales contra ellos, acusándoles de matar a civiles. La adición de cargos de terrorismo pudiera llevar a sentencias más largas en prisión.
Las sentencias para los líderes de una organización terrorista serían de entre 15 y 20 años en prisión, mientras que otros miembros pudieran recibir de cinco a 10 años, dijo la prensa estatal rusa.
En su fallo, la Corte Suprema proscribió el Regimiento Azov en Rusia. Eso pudiera prohibirlo además en áreas de Ucrania bajo ocupación rusa o de las fuerzas prorrusas, si esas áreas proceden con planes de integrarse a Rusia.
En una declaración, el regimiento rechazó el fallo, y acusó al Kremlin de “buscar nuevas excusas y explicaciones por sus crímenes de guerra”. Llamó a Estados Unidos y a otros países declare a Rusia un Estado terrorista.
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Los soldados de Azov tuvieron un papel clave en la defensa de Mariúpol, resistiendo durante semanas en la planta siderúrgica de la ciudad sureña pese a intentos bombardeos de las fuerzas rusas. El presidente ucraniano dijo que ellos y otros defensores de la fábrica eran héroes.
Moscú ha calificado reiteradamente al Regimiento de Azov como grupo nazi y lo acusa de atrocidades, aunque no ha presentado evidencia alguna. En mayo en Rusia, la Fiscalía General presentó una moción para designar el regimiento como organización terrorista.
El regimiento, una unidad dentro de la Guardia Nacional de Ucrania, tiene una historia cuestionable. Se deriva de un grupo llamado Batallón Azov, formado en el 2014 como una de muchas brigadas de voluntarios formadas para combatir a los separatistas prorrusos en el este de Ucrania.
El Batallón de Azov reclutó a sus combatientes iniciales de entre círculos ultraderechistas y fue criticado por algunas de sus tácticas. Los miembros actuales han rechazado las acusaciones de extremismo.
Los orígenes ultraderechistas del regimiento han sido usados por el Kremlin como parte de su campaña para describir la invasión rusa como una batalla contra la influencia nazi en Ucrania. La prensa estatal rusa ha mostrado repetidamente o que dice son insignias, literatura y tatuajes nazis asociados con el regimiento.
Rusia ha citado regularmente a Azov en apoyo de su afirmación de que Ucrania está controlada por “fascistas”. Los medios de comunicación estatales rusos han comparado a los combatientes de Azov con los nazis de la época de la Segunda Guerra Mundial, cuya derrota a manos de la Unión Soviética sigue siendo una parte fundamental de la identidad nacional rusa.
La semana pasada, la embajada rusa en Londres afirmó en un mensaje de Twitter que los efectivos de Azov cautivos deberían ser colgados y que “merecen una muerte humillante”.
La semana pasada, decenas de prisioneros de guerra ucranianos, incluyendo defensores de la acería, murieron en una explosión en un penal en Olenivka, una ciudad oriental controlada por los separatistas prorrusos. Moscú y Kiev se han culpado mutuamente del ataque, con Kiev diciendo que Rusia causó la explosión para encubrir torturas a los prisioneros.
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CAB