Putin ordenó este jueves suspender la ofensiva en la acería Azovstal, uno de los escasos puntos de resistencia que quedan
El ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, aseguró que sus fuerzas armadas han tomado el control de la ciudad ucraniana de Mariúpol, aunque admitió que queda una bolsa de resistencia en la acería Azovstal, cuyo asalto ha cancelado el presidente Vladímir Putin.
Las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa y las milicias de la república popular de Donetsk han liberado Mariúpol, los restos de las formaciones nacionalistas se refugiaron en zona industrial de la planta Azovstal”, dijo Shoigú en una reunión con Putin, transmitida por la televisión pública Rossía 24.
Según el ministro ruso, los soldados y milicianos ucranianos eran algo más de 8.100 cuando culminó el cerco a Mariúpol y, de ellos, “más de cuatro mil fueron aniquilados y mil 478 se entregaron prisioneros”.
Shoigú agregó que en la planta quedan cerca de dos mil efectivos ucranianos y se necesitarán tres o cuatro días para “terminar el trabajo”.
Asalto a Azovstal
El presidente ruso Vladimir Putin celebró el jueves el “éxito” de sus tropas al tomar la ciudad portuaria de Mariúpol, en el sureste de Ucrania, y descartó un asalto final a la zona industrial donde se atrincheraron los últimos resistentes.
Después de aguantar casi dos meses de asedio y bombardeos, las últimas tropas ucranianas están escondidas en la enorme acería de Azovstal de esta ciudad del mar de Azov, estratégica en el plan de Moscú de unir los territorios prorrusos del Donbás y la península de Crimea, ya anexada en 2014.
Los ultimátums lanzados por Rusia no han llevado a la rendición de estos soldados. Uno de sus comandantes, Sviatoslav Palamar del batallón Azov, pidió “garantías” de seguridad a los países occidentales para dejar el recinto donde, según Kiev, también hay alrededor de 1.000 civiles.
En este contexto, “considero que el asalto propuesto de la zona industrial no es apropiado. Ordeno anularlo”, declaró Putin en un encuentro con su ministro de Defensa, Serguéi Shoigu, difundido por la televisión.
Putin canceló hoy la orden de asaltar la acería de Azovstal en Mariúpol, donde quedan pertrechados unos 2.000 defensores ucranianos, con el argumento de salvar vidas, aunque manteniendo el bloqueo a la zona industrial.
Considero inapropiado el asalto propuesto a la zona industrial. Ordeno cancelarlo”, dijo el mandatario al ministro Shoigú en esa misma reunión.
El líder del Kremlin sostuvo que “ahora hay que pensar aún más si cabe en salvar la vida y en la salud de nuestros soldados y oficiales (…) No hay necesidad de meterse a estas catacumbas y arrastrarse en el subterráneo por esas instalaciones industriales”.
Pero exigió el cierre de esa zona industrial “para que no pase ni una mosca ni para dentro ni para fuera”.
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Corredor desde acería
El Gobierno de Ucrania ha exigido la apertura de un corredor humanitario desde la acería de Azovstal para evacuar a los mil civiles y 500 soldados que – según ha cuantificado – soportan el asedio de los rusos.
Según la viceprimera ministra de Ucrania, Iryna Vereshchuk, “ahora hay alrededor de mil civiles y 500 soldados heridos. “¡Todos deben ser retirados de Azovstal hoy!”.
También hizo un llamamiento en su cuenta de Telegram “a los líderes mundiales y a la comunidad internacional para que centren sus esfuerzos en Azovstal ahora”.
El resto de Mariúpol, a orillas del Mar de Azov, ha sido prácticamente destruido por los bombardeos rusos desde el inicio de la invasión del país, el pasado 24 de febrero.
Azovstal es ya el último reducto de la resistencia ucraniana en Mariúpol. Se trata de un área fuertemente fortificada. Sus instalaciones, en el sureste de la ciudad, abarcan una superficie de once kilómetros cuadrados y cuentan con túneles y búnkeres subterráneos que dificultan su toma.
Las fuerzas de la autoproclamada República Popular de Donetsk anunciaron el martes el inicio de una ofensiva contra la acería Azovstal después de que Rusia afirmara que las fuerzas ucranianas se encontraban cercadas en las instalaciones. Tras ello, Moscú ofreció a las fuerzas ucranianas deponer las armas y entregarse, lo que fue rechazado por el comandante adjunto del Batallón Azov -un grupo armado neonazi integrado en las fuerzas de seguridad ucranianas que se encarga de la defensa de Azovstal-, Sviatoslav Kalyna Palamar.
Por su parte, David Arajamia y Mijailo Podoliak, miembros de la delegación negociadora ucraniana, mostraron en las últimas horas la disposición de Kiev a enviar un equipo negociador a la ciudad para mantener conversaciones con la parte rusa con el objetivo de evacuar civiles y personal militar de Mariúpol.
El vicealcalde de la ciudad, Sergei Orlov, alertó el miércoles en declaraciones concedidas a la cadena de televisión británica BBC que hay “muchos” civiles refugiados en la acería Azovstal. “Carecen absolutamente de todo. Carecen de agua, comida, medicinas y ayuda. Rusia bloquea absolutamente todo, cualquier ayuda humanitaria o evacuación”, denunció.
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CAB