Ruby Vizcarra nos dice que el albinismo es simplemente una condición genética que no es una enfermedad ni es contagioso
Cuando era niña Ruby Vizcarra se veía al espejo y no entendía qué veía: su piel, cabello y pestañas totalmente blancos.
“Mi mamá solo me decía que tenía albinismo pero yo no sabía qué era eso”, recuerda Ruby desde su natal Guadalajara, Jalisco.
“Es difícil. Las personas siempre me están mirando, a veces creen que no soy mexicana y he recibido insultos y burlas”, afirma.
Ella misma buscó la respuesta. El albinismo es simplemente una condición genética que consiste en la falta de pigmento en ojos, cabello y piel. No es una enfermedad ni es contagioso.
“Saberlo, me hizo sentir que soy una persona como todas las demás y eso es lo que estoy transmitiendo ahora”, comenta.
Durante su adolescencia, Ruby fue la máxima medallista en natación paralímpica, en el equipo de personas con debilidad visual. Pero Ruby siempre tuvo un sueño mayor, que por su físico pensaba que nunca podría lograr.
“Cuando era niña veía en las revistas modelos perfectas, yo quería salir en una revista pero en mi mente sabía que no llegaría ahí, nunca había visto que una persona con mi condición modelara”, afirma.
A los 18 años dejó su miedo atrás y se acercó a una agencia de modelos, aunque la aceptaron no fue lo que ella esperaba.
“Me empezaron a maquillar de una manera que me disfrazaban ocultando mi albinismo y era justamente lo que yo no quería, al contrario, quería destacar mis características, dar a conocer este tipo belleza que es una belleza distinta”, relata.
También fue víctima de discriminación, algunos fotógrafos no querían trabajar con ella y otras modelos la rechazaban.
Sin embargo, Ruby se aferró y hoy su carrera va en ascenso, ha logrado estar en revistas nacionales e internacionales y en campañas publicitarias muy importantes. Pero para ella, los reflectores tienen un propósito más grande: abrirle las puertas a las personas que tienen su condición.
“Sé tengo características distintas, obviamente las personas me van a voltear a ver, ¿por qué no usar esto para el bien?”, se preguntó.
Hace tres años se volvió activista en pro de las personas con albinismo. Organizó la primer pasarela en la que todos los modelos eran albinos y a partir de ahí detonó el movimiento Albino Latino.
“Damos orientación y hago recaudaciones para ir a regalar bloqueadores y sombrillas con filtro solar a diferentes estados, para personas con albinismo que lo necesitan”, explica.
“Todas esa burlas que a mí me hicieron desde niña me dieron la fuerza para mostrarme al mundo como soy, ahora que me miren es muy bonito”, asegura.
“Cuando uno se ama a sí mismo ya encontró su verdadera belleza, para mí el concepto de belleza es quererte como eres, todos tenemos una belleza única”, concluye.
Por Diana Jiménez
Imagen principal: Raúl MJ
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