Nuestro compañero Carlos Jiménez nos presentó el caso de el “No me mires”, un ladrón que tan solo en segundos entraba armado a robar y amenazar a restaurantes y hoteles de la Ciudad de México.
Gracias a cámaras de vigilancia se pudo ubicar como el autor de varios robos, por lo que la policía de la Ciudad de México organizó un grupo especial del área de inteligencia para seguir su pista. El delincuente fue identificado como el “No me mires”, debido a que era la frase que siempre decía a sus víctimas para amenazarlas.
Su zona de operación era la de hoteles de Reforma, Zona Rosa y colonia Roma. El sujeto llegaba a los hoteles y sometía a las recepcionistas y las metía en algún cuarto cerca de la recepción.
Para su captura, se hizo un mapeo de sus puntos de operación, en análisis de la hora y día que robaba, se estudiaron sus movimientos, así como entrevistas con las partes afectadas. Con todo este trabajo de inteligencia se descubrió una pista esencial: el auto en el que viajaba que tenía una calcomanía para personas discapacitadas, situación que aprovechaba para estacionarse en cualquier lugar cercano a su punto de robo, con lo que se le pudo dar seguimiento y preparar el operativo de captura.
Cuando se preparaba para cometer su robo número 16, fue capturado.
Al rendir su declaración, aseguró que se dedicaba a robar porque se dedicaba a mantener dos familias y lo hacía los martes porque ese día no veía a ningunda de las dos.
Su nombre es Israel Enrique Peña López, y ya había estado preso en otras ocasiones.