Durante el ataque al funcionario, los reclusos llevaban cinturones suicidas falsos y gritaron ‘Allahu akbar’ (‘Dios es grande’ en árabe)
Un jurado del tribunal penal Old Bailey en Londres vio las imágenes de CCTV de dos reclusos que atacaron a un funcionario penitenciario con armas improvisadas tras atraerlo a una despensa en la prisión de máxima seguridad de Whitemoor, recoge el periódico The Independent.
El ataque se produjo el pasado 9 de enero, cuando los reclusos Brusthom Ziamani, de 25 años, y Baz Hockton, de 26, supuestamente le pidieron una cuchara al oficial Neil Trundle y, cuando el funcionario abrió la despensa para tomarla, los presos lo atacaron usando varias armas que habían elaborado dentro de la prisión, incluidos trozos de metal retorcido.
Se informa que durante el ataque Ziamani y Hockton llevaban cinturones suicidas falsos y gritaron ‘Allahu akbar’ (‘Dios es grande’ en árabe).
Posteriormente, los reclusos atacaron a otros dos funcionarios y a una enfermera que se apresuraron a ayudar a su colega. La víctima, que sufrió cortes en la oreja, el cuero cabelludo, el hombro y el brazo, declaró durante la audiencia que nunca había tenido enfrentamientos ni cruzó palabras con Ziamani y Hockton hasta el día del ataque.
Members of the religion of peace – Brusthom Ziamani and Baz Hockton "allegedly" attacking a prison guard they lured him to a cupboard asking for a replacement spoon. A female guard went to help and got punched by Ziamani in the face Both prisoners are Islamic extremists. pic.twitter.com/qfxvPXll66
— S (@honourcourage) September 24, 2020
Previamente, la fiscal Annabel Darlow calificó la actitud de los reclusos de “ataque terrorista” y adelantó que “su motivación era cometer el ataque por ideología islámica extremista“.
Según Darlow, en las celdas de los hombres se encontró literatura islámica extremista.
Ziamani fue encarcelado por preparar un ataque terrorista en 2015 después de planear decapitar a un soldado británico, mientras que Hockton se convirtió al islam y se radicalizó ya en prisión.
Los dos reclusos negaron haber intentado asesinar a Trundle, pero Hockton se declaró culpable de herirlo intencionalmente. También están acusados de agredir a otros dos funcionarios y a la enfermera que intervinieron. El juicio continúa.
Other released images show the two men greeting one another before the incident, as well as the aftermath when they were restrained by multiple officers pic.twitter.com/pZvaFuBjVw
— Daniel De Simone (@DdesimoneDaniel) September 23, 2020
IPR
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