Asesores dijeron que ahora el republicano come más pescado, pero que aún disfruta de los filetes bien cocidos y con ketchup
El presidente de EEUU, Donald Trump, engordó algunos kilos en el último año y ahora se ubica en el rango de la obesidad, aunque mantiene una “muy buena salud en general”, según los resultados de un examen físico realizado la semana pasada.
En el informe médico detallado que la Casa Blanca compartió este jueves, se revela que Trump se sometió a una revisión de cuatro horas supervisada por el médico de la Casa Blanca, Sean Conley y otros once especialistas.
El único cambio, aclara Conley, es el aumento de la dosis de Rosuvastatin hasta 40 miligramos diarios, un medicamento destinado a reducir los niveles de colesterol del tipo LDL, popularmente conocido como “colesterol malo” porque se acumula en las arterias y las obstruye.
El memorando mostró que el presidente de 72 años pesa 110,2 kilos, lo que se compara con un peso de 108,4 kilos a principios de 2018.
Los resultados muestran que Trump se ubica en el rango de obesidad bajo un índice de masa corporal del gobierno ampliamente utilizado que apunta a medir la grasa corporal según la altura y el peso.
Asesores dijeron que ahora el republicano come más pescado, pero que aún disfruta de los filetes -bien cocidos y con ketchup- y de las papas fritas preparadas por los chefs de la Casa Blanca y del Trump International Hotel en Washington.
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