Dentro de cinco cuartos de lámina se logró el rescate de 63 personas, la mayoría niños, quienes vivían en condiciones insalubres y peligrosas
En la casa del municipio de Atzompa en Oaxaca, donde presuntamente eran explotados laboralmente 63 indígenas tzotziles, entre ellos 56 niños, quedó un cajón de dulces que utilizaban los menores para vender en los cruceros de la capital oaxaqueña.
“Ellos se iban a trabajar a los cruceros y ellos andaban todo el tiempo aquí unos se quedaban en su día de descanso y otros se iban a trabajar y pues los niños se los llevaban al trabajo”, dijo una vecina de Atzompa, Oaxaca.
A tres días del cateo se pudo ingresar al domicilio y registrar las condiciones de crueldad, insalubridad y hacinamiento en las que vivían 56 niños indígenas.
En medio del predio fueron improvisados cinco cuartos de lámina, hay un canal de aguas negras que atraviesa todo el predio, y del agua de ese canal se alimentan las aves de corral que quedaron ahí abandonadas.
Sobre el piso de tierra hay restos de juguetes que se confunden con las plumas y el excremento de gallinas y patos.
Dentro y fuera de los cuartos, aún hay ropa destendida de los menores quienes ahora se encuentran bajo resguardo del DIF estatal.
“Las condiciones en que vivían estos niños son realmente indignas. Una de las cuestiones que se están vigilando mucho es restituirle todos sus derechos, entre ellos, el derecho a la salud de los niños nos corresponde y le corresponde al DIF estatal la certificación en materia de salud”, indicó Rubén Vasconcelos Méndez, fiscal general de Oaxaca.
La casa ubicada al fondo de una calle sin salida, continúa bajo resguardo de la Policía Municipal de Santa María Atzompa.
De los 11 detenidos como resultado de este cateo, seis fueron liberados, dos quedaron como testigos y solamente tres fueron llevados ante los tribunales, informó la Fiscalía de Oaxaca.
Con información de Excélsior
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