El informe final señala que la compañía Lamia planeó este vuelo sin escalas y no cumplió con los requisitos de cantidad mínima de combustible exigidos por las autoridades internacionales
El accidente aéreo que tuvo el club de futbol brasileño Chapecoense en 2016 fue provocado por la falta de combustible y dejó al descubierto graves deficiencias de la aerolínea boliviana LaMia, concluye la investigación de la autoridad aeronáutica de Colombia.
El siniestro “se produjo por agotamiento de combustible del avión por consecuencia de una inapropiada gestión de riesgo de la empresa LaMia”, dijo este viernes el coronel Miguel Camacho, jefe del grupo de investigación de accidentes de la entidad.
El accidente se produjo el 28 de noviembre de 2016, cuando el avión que transportaba la delegación del Chapecoense a Medellín, donde debía jugar la final de la Copa Sudamericana ante el Atlético Nacional, se estrelló a pocos kilómetros del aeropuerto tras quedarse sin gasolina.
En el accidente murieron 71 personas y otras seis resultaron heridas.
El informe final, presentado un año y cinco meses después de la tragedia, señala además que la compañía Lamia planeó este vuelo sin escalas y no cumplió con los requisitos de cantidad mínima de combustible exigidos por las autoridades internacionales.
El vuelo no cumplió “los requisitos de cantidad mínima de combustible para completar un vuelo internacional; no tuvo en cuenta el combustible requerido para ir al destino”; para “contingencia, que es un cinco por ciento en este caso”; para “ir al alterno, que en este caso era Bogotá, y un combustible mínimo para poder aterrizar”, añadió el coronel Camacho.
En los resultados de la investigación, que involucró a autoridades e instituciones de Colombia, Brasil, Bolivia, Estados Unidos e Inglaterra, se explica además que la empresa y la tripulación no tomaron la decisión de aterrizar en otro aeropuerto pese a que eran conscientes de que no tenían la gasolina suficiente para completar el vuelo.
Otra de las conclusiones fue que Lamia tenía problemas de organización, una compleja situación económica y dificultades en su gestión de seguridad operacional.
Asimismo, el informe destaca que la compañía boliviana no cumplió con la supervisión requerida al vuelo y la llamada oportuna de prioridad y emergencia cuando se estaba agotando el combustible, lo que generó “una demora en la aproximación del avión a la pista de Rionegro”, aeropuerto que sirve a Medellín.
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