Los equipos de rescate iraníes rescataron ayer con vida a un bebé que llevaba enterrado tres días desde el terremoto de 7.3 grados ocurrido en la zona fronteriza entre Irán e Irak la noche del domingo.
Los rescatistas rescataron al pequeño en la madrugada de ayer en la ciudad iraní de Sare Pole Sahab, informaron medios locales. Aseguraron que el bebé se encuentra bien y en observación médica. De acuerdo con medios internacionales, los habitantes de la entidad consideran que este “milagro” revivió la esperanza, en medio de esta terrible tragedia que hasta el día de hoy ha cobrado la vida de al menos 530 personas.
A cuatro días del sismo, los servicios de emergencia aún continúan buscando sobrevivientes, sin embargo, cada día que avanza los trabajos de rescate y la posibilidad de hallar a alguna persona con vida se tornan más complicado.
Las familias de los fallecidos en el fuerte terremoto, que sacudió el oeste de Irán el pasado domingo, se acercaron hoy al cementerio de la localidad de Sarpul Zahab entre lágrimas y escenas de dolor.
Un total de 530 personas murieron y 9 mil 400 resultaron heridas, según las últimas cifras oficiales, aunque varios medios estatales elevan el número de víctimas mortales. La mayoría de los fallecidos ya han sido enterrados, pero es tradición en Irán acudir los jueves al cementerio, especialmente el primero desde la muerte de un familiar.
Durante toda la jornada de hoy se espera en el cementerio a los allegados de las víctimas mortales del que se considera el seísmo más grave registrado en Irán desde 2003. La situación sigue siendo muy crítica en esta población y en otras afectadas, ya que a la pérdida de seres queridos y la destrucción de las viviendas se suma la lentitud en la llegada de ayuda.
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