Ottawa ha sido epicentro de las protestas. El sábado, la policía dijo que unos 4.000 manifestantes seguían ocupando el centro de la ciudad
El jefe de policía de Ottawa renunció este martes ante la ola de críticas a su falta de medidas ante las protestas contra las restricciones por la Covid-19 que han paralizado la capital de Canadá.
Un funcionario del gobierno federal confirmó la renuncia del jefe de policía Peter Sloly. El funcionario habló bajo la condición de anonimato por no estar autorizado a informar públicamente.
La protesta de cientos de camioneros en Ottawa se ha prolongado durante más de dos semanas. El lunes, el primer ministro Justin Trudeau invocó poderes especiales bajo la ley de emergencia para tratar de poner fin al sitio en la capital y otros lugares del país.
“El gobierno federal ha invocado la Ley de Emergencias para complementar la capacidad provincial y territorial de hacer frente a los bloqueos y ocupaciones”, declaró Trudeau en una conferencia de prensa.
Estas medidas estarán limitadas “en el tiempo y geográficamente”, aseguró. Los cierres “ilegales”, dijo, “deben terminar”.
Momentos antes, el primer ministro de Ontario, Doug Ford, anunció que esa provincia abandonará el requisito de presentación obligatoria del pasaporte de vacunación para distintas actividades, uno de los principales blancos de las protestas iniciadas el 29 de enero. “Vamos a deshacernos de los pasaportes”, informó Ford.
El gobernante argumentó que la gran mayoría de las personas estaban vacunadas y que ya había pasado el pico de casos provocado por la variante ómicron.
El fin de las restricciones sanitarias es exigido por el “Convoy de la libertad”, un movimiento de protesta que incluyó bloqueos fronterizos y que desde hace más de dos semanas paraliza la capital federal, Ottawa (Ontario).
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La provincia, la más poblada de Canadá, había vuelto a imponer a fines de diciembre, al igual que otras regiones, medidas muy estrictas por el aumento de los contagios.
Ford dijo estar “listo” para acelerar el “plan de reapertura” y que a partir del 17 de febrero se eliminaran las medidas, “excepto en las salas de conciertos, teatros y eventos deportivos, que tendrán un tope del 50%”.
Por su parte, el ministro de Seguridad Pública, Marco Mendicino, dijo que es hora de que la policía empiece a utilizar los amplios poderes que les confiere la Ley de Emergencia, bajo la cual el gobierno puede prohibir los bloqueos y empezar a llevarse los camiones.
“Necesitamos que la policía tome las riendas, utilice la Ley de Emergencias e imponga el orden”, dijo el lunes después del anuncio de Trudeau. “Hemos dado nuevos poderes a la policía y necesitamos que actúen ya”.
El gobierno no indicó cuándo o dónde comenzará la respuesta al autodenominado Convoy de la Libertad. Mendicino dijo que estaban ultimando los detalles acerca de cuáles serán las zonas prohibidas.
El gobierno podrá prohibir los bloqueos en los cruces fronterizos, los aeropuertos y Ottawa; congelar las cuentas bancarias personales y empresarias de los camioneros y suspender sus licencias; y atacar los sitios de internet que recaudan fondos para apoyar los bloqueos.
También puede utilizar grandes grúas para sacar a los remolques de las intersecciones y los barrios. Algunas empresas de grúas se han mostrado renuentes a colaborar porque apoyan a los camioneros o temen la violencia.
Los camioneros rechazan la orden de vacunarse y otras medidas contra la Covid-19 y condenan el gobierno liberal de Trudeau.
Protestas
Ottawa ha sido epicentro de las protestas. El sábado, la policía dijo que unos 4.000 manifestantes seguían ocupando el centro de la ciudad, en el tercer fin de semana de la movilización.
El ambiente entre los manifestantes era mayormente festivo, con música, baile y el sonido constante de bocinas, pero el ruido, la obstrucción y algunos comportamientos, afectan al comercio de la zona y enfurece a residentes.
No obstante las quejas y las molestias, la movilización de los camioneros muestra un importante impacto, pues según un sondeo de opinión, cerca de una tercera parte de los canadienses apoya la protesta.
El puente Ambassador, un importante paso fronterizo entre Estados Unidos y Canadá, volvió a operar este lunes después que la policía pusiera fin el domingo a un bloqueo de camiones de una semana. Por allí pasa aproximadamente el 25% del comercio entre ambos países.
El lunes, 11 personas fueron arrestadas en el paso fronterizo de Coutts, en Alberta (oeste), en el que también había bloqueos desde hace una semana. Las autoridades hablaban les confiscaron armas largas, pistolas, varios juegos de chalecos antibalas y una gran cantidad de municiones ocultas en tráilers.
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CAB