El ministro británico de Economía, Jeremy Hunt, estimó que la inflación de Reino Unido se situará este año en el 9.1 por ciento
El ministro británico de Economía, Jeremy Hunt, anunció este jueves subidas de impuestos a ciudadanos y empresas a fin de reducir la deuda neta con relación al producto interior bruto (PIB) para 2028.
La Oficina de Responsabilidad Presupuestaria (OBR, en inglés), que supervisa las cuentas públicas del Reino Unido, estima que el país ha entrado en recesión y que la inflación británica se situará este año en el 9.1%, anunció Hunt.
En una declaración en la Cámara de los Comunes (Baja) del Parlamento para presentar el plan fiscal del gobierno conservador, Hunt señaló que la OBR prevé que la inflación se sitúe en 2023 en el 7.4%.
El ministro señaló que el producto interior bruto (PIB) del país crecerá el 4.2 % en 2022, para luego caer un 1.4 % en 2023 y subir en 2024 el 1.3 %, el 2.6 % en 2025 y el 2.7 % el año siguiente.
En su muy esperada declaración parlamentaria, Hunt dijo que el Ejecutivo tiene tres pilares fundamentales para atajar la crisis económica: estabilidad financiera, crecimiento y la defensa de los servicios públicos, mientras que está determinado a proteger a los grupos más vulnerables, entre ellos los pensionistas.
La inflación es la “enemiga” de la estabilidad e insistió en que perjudica a los grupos con menores ingresos y puede provocar estallidos sociales, aseguró.
Hunt rebajó de 171 mil euros a 143 mil 240 euros el umbral de ingresos a partir del cual se pagará la cuota más alta del impuesto sobre la renta, del 45%, mientras que congelará, en lugar de aumentarla, la proporción de ganancias libres de impuestos, a fin de incluir a más contribuyentes en los próximos años.
El ministro conservador también elevará del 25 al 35% el impuesto temporal sobre los beneficios extraordinarios de las empresas de petróleo y gas e impondrá una tasa provisional del 45% sobre esos excedentes a las generadoras de energía.
También congeló en el nivel actual la franja no gravable de las contribuciones a la seguridad social y el impuesto de transmisiones patrimoniales, mientras que se reducirá de 2 mil 291 euros mil 145 euros en 2023 y a 572 euros en 2024 la de los dividendos.
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Hunt anuló la exención del impuesto de circulación a los vehículos eléctricos y aumentará la tasa sobre los locales comerciales.
El ministro planea también recortes del gasto público a fin de equilibrar las finanzas estatales y ofrecer confianza a los mercados financieros, que se desestabilizaron tras el plan fiscal anunciado el 23 de septiembre por el anterior gobierno conservador de Liz Truss.
Hunt aseguró que la inversión estatal, que incluye ayudas, ahora reducidas, a la factura energética, seguirá creciendo “en términos reales” en los próximos cinco años, “pero a menor ritmo”, y aseguró que se priorizarán los servicios públicos básicos.
Los ministerios tendrán que hallar “medidas de eficiencia” para compensar la alta inflación, de más de un 11%, y Defensa tendrá un presupuesto equivalente a un 2% del PIB (frente al 3% prometido anteriormente por los “tories”).
El presupuesto para cooperación internacional se mantendrá en el 0.5% del PIB introducido en la pandemia, del 0.7% previo, y el Servicio Nacional de Salud (NHS) tendrá que buscar ahorros, aunque obtendrá una inversión de mil 143 millones de euros este año, junto a mil 943 millones de euros para atención social.
Hunt dijo que los subsidios sociales y las pensiones subirán el año próximo un 10.1 %, en línea con la inflación (medida el pasado septiembre).
Con las subidas impositivas y la reducción del gasto, el Ejecutivo liderado por Rishi Sunak prevé generar 63 mil millones de euros en los próximos cinco años, un objetivo de consolidación fiscal autoimpuesto que algunos economistas consideran innecesario al propiciar la austeridad.
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CAB