El multimillonario ruso es considerado por su estrecho vinculo con Vladimir Putin, en medio de la crisis que hay por el conflicto en Ucrania
El Gobierno británico anunció este jueves que congeló los activos del oligarca ruso Roman Abramovich, dueño del club Chelsea, por la “estrecha relación” que ha mantenido con el régimen ruso “durante décadas”.
El Ejecutivo de Londres publicó hoy una lista de otros siete oligarcas a los que impone sanciones por sus vínculos con el presidente ruso, Vladímir Putin, en respuesta a la invasión de Ucrania.
“Esta relación ha incluido la obtención de un beneficio financiero o de otro beneficio material a través de Putin o del Gobierno de Rusia”, explicó Londres en un comunicado sobre Abramovich, a quien también impuso una prohibición para viajar al Reino Unido.
Abramovich, multimillonario ruso, compró el Chelsea en 2003 por una cantidad cercana a los 100 millones de euros y desde entonces lo ha convertido en uno de los equipos punteros de Europa, con 18 títulos, incluyendo dos Copas de Europa. Tras el estallido de la guerra en Ucrania, Abramovich puso en venta al Chelsea.
El primer ministro británico, Boris Johnson, aseguró hoy que no “puede haber refugios seguros” para aquellos que apoyan la “feroz agresión de Putin a Ucrania”.
“Las sanciones anunciadas hoy son un paso más en el apoyo inquebrantable del Reino Unido al pueblo ucraniano. Seremos implacables en la persecución de quienes permiten la matanza de civiles, la destrucción de hospitales y la ocupación ilegal de aliados soberanos”, subrayó Johnson.
Su ministra de Exteriores, Liz Truss, indicó asimismo que estas medidas “demuestran de nuevo” que los “oligarcas y cleptócratas” no tienen “sitio en nuestra economía o sociedad”, ya que “son cómplices de esta agresión por sus estrechos vínculos con Putin”.
“Sus manos están manchadas con la sangre del pueblo ucraniano. Deberían de estar avergonzados”, agregó la jefa de la diplomacia británica.
Entre los sancionados también figuran Igor Sechin, consejero delegado de la empresa Rosneft, y Oleg Deripaska, con participaciones en el grupo En+ y cuya fortuna se estima en más de 2 mil millones de euros.
La Premier League anunció que el partido previsto esta noche entre el Norwich y el Chelsea se disputará tal como estaba previsto, a pesar de que el club londinense se vio afectado por las sanciones del Gobierno británico contra su propietario, el magnate ruso Roman Abramovich, por su relación con el gobierno ruso.
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El Ejecutivo emitió una “licencia inicial” para que el Chelsea continúe “entrenando, disputando sus compromisos y cumpliendo sus obligaciones durante el resto de la temporada”, detalló en un comunicado la liga inglesa.
La Premier mantendrá a partir de ahora contactos estrechos tanto con el Chelsea como con la administración pública para que la temporada pueda “continuar como estaba planeado”, al tiempo que se cumplen las “intenciones del Gobierno” respecto a las sanciones a Abramovich, impuestas como respuesta a la invasión rusa de Ucrania.
El Chelsea confirmó por su parte que el magnate es el propietario del cien por cien tanto del club como de sus “entidades afiliadas”, por lo que el equipo “normalmente estaría sujeto al mismo régimen de sanciones” que su dueño.
Sin embargo, el Gobierno ha emitido una “licencia general” que le permite seguir adelante con “ciertas actividades”.
Los equipos masculino y femenino del Chelsea disputarán hoy sus encuentros previstos, al tiempo que la entidad inició conversaciones con el Ejecutivo para tratar de modificar la licencia emitida y facilitar que su funcionamiento esté “tan cerca de la normalidad como sea posible”.
Evaluará asimismo el impacto de las sanciones sobre la fundación del Chelsea, cuyo trabajo es “importante para las comunidades”, indicó el club.
Las sanciones implican que la entidad no puede vender nuevas entradas a los aficionados, si bien las que fueron emitidas hasta ayer serán válidas y permitirán el acceso a Stanford Bridge.
Los socios con pases de temporada los podrán continuar utilizando y las tiendas del estadio tienen licencia para vender comida y bebida, pero el club ya no podrá vender banderas, bufandas y otros productos oficiales.
Los jugadores no pueden negociar nuevos contratos bajo la actual licencia, ni la entidad puede cobrar transferencias por traspasos.
El castigo a Abramovich también limita los fondos que puede gastar el club para los desplazamientos del equipo, limitados a 20 mil libras (23 mil 800 euros) en partidos fuera de casa y 500 mil libras (595 il euros) para encuentros en Stanford Bridge, lo que incluye los costes de seguridad y funcionamiento del estadio.
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CAB