La reina Isabel II visitó a varias adolescentes que resultaron heridas en el ataque suicida en Manchester en el que 22 personas murieron y decenas más siguen hospitalizadas.
La monarca de 91 años de edad calificó el ataque como “terrible” y “muy malvado”, además, transmitió su apoyo al personal sanitario que trabaja incansablemente por salvar las vidas y por la pronta recuperación de al menos 12 menores de 16 años, que fueron llevados a este hospital en ambulancia después del ataque terrorista.
La primera ministra, la conservadora Theresa May, hizo lo mismo el pasado martes, en un intento de dar consuelo a las víctimas de un ataque bomba dirigido a acabar con la vida de los miembros de familias jóvenes, seguidoras de la cantante estadounidense.
Una de las adolescentes internadas es Millie Robson, de 15 años de edad, quien recibió a la reina desde su cama de hospital luciendo una camiseta de Ariana Grande.
Con una amplia sonrisa Robson le comentó a la reina que conoció a su ídolo pop detrás del escenario ya que se había ganado dos boletos VIP.
“No es algo que esperas para nada”, le dijo la reina al padre de Robson, quien había ido a recoger a su hija y esperaba en una de las salidas del auditorio cuando ocurrió el estallido.
Una de las pacientes, madre de una niña de 12 años -quien en ese momento se encontraba en una sala de operación- describió a la reina las heridas que recibió durante el ataque y cómo la amiga con la que iba fue una de las personas que falleció.
El Palacio Real compartió de manera inusual el video de las conversaciones íntimas que la reina sostuvo con los pacientes.
La monarca agradeció a su paso a médicos, enfermeras y paramédicos que han trabajado sin cesar para salvar la vida de las menores.
A su salida, la reina recibió el aplauso de un grupo de personas que se dio cita en las inmediaciones del hospital.