Las regulaciones deberían hacerse desde construcciones pequeñas a edificios grandes, para evitar riesgos tras 19S.
A tres años de los sismos de 2017, un experto en la materia alertó sobre la necesidad de incluir en las nuevas regulaciones a las construcciones irregulares que se dan en los barrios y colonias populares, puesto que este tipo de inmuebles representan un riesgo ante fenómenos naturales.
El urbanista Enrique Soto recordó que tras los terremotos, se modificaron las normas técnicas complementarias para el diseño y construcción de edificios en la Ciudad de México; sin embargo advirtió que esas regulaciones se deben aplicar para todo tipo de obras, tanto grandes como pequeñas.
Recordó que los daños más visibles y mediáticos de los movimientos telúricos de aquel entonces fueron los de las colonias Roma y Del Valle, aunque también hubo grandes afectaciones en los pueblos barrios del sur y oriente de la capital, como San Gregorio Atlapulco en Xochimilco e Iztapalapa.
En ese sentido, alertó que en esas zonas prevalecen asentamientos irregulares, los cuales pueden ser endebles a sismos o eventos naturales de esa clase.
Subrayó la necesidad de hacer más accesible a la ciudadanía el mapa de riesgos en la capital, para que así la población pueda tomar mejores decisiones sobre los predios que va a adquirir o el lugar donde se va a construir.
Aceptó que tras los sismos de 1985 y 2017 la CDMX ha transitados hacia una mejor atención de los riesgos, sin embargo todavía tiene mucha tarea por delante.
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AFG