
El exfiscal de Veracruz enfrenta una nueva acusación que impide su liberación bajo prisión domiciliaria.
Jorge Winckler, exfiscal de Veracruz durante el gobierno de Miguel Ángel Yunes, fue reaprehendido el 21 de marzo después de que se le presentara una nueva denuncia por presunta tortura. Esta acusación surgió justo cuando se estaban evaluando cambios en sus medidas cautelares para permitirle cumplir su proceso en prisión domiciliaria.
La nueva denuncia proviene de Gilberto Aguirre, exdirector de Servicios Periciales, quien acusó haber sido sometido a condiciones inhumanas durante su tiempo en prisión, incluyendo la exposición continua a música de reguetón a alto volumen y luces encendidas constantemente, prácticas que calificó como tortura.
Aguirre fue detenido previamente por su presunta implicación en la alteración de pruebas relacionadas con cadáveres encontrados en la barranca de La Aurora, en el municipio de Emiliano Zapata, una zona vinculada a actividades delictivas del grupo criminal Los Zetas.
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Debido a esta nueva acusación, Winckler permanecerá en la prisión de Pacho Viejo, donde se encontraba detenido por presuntos delitos de desaparición forzada y privación ilegal de la libertad en agravio del chofer de otro exfiscal, Luis Ángel Bravo Contreras.
Este desarrollo legal añade complejidad al caso de Winckler, quien ya enfrentaba múltiples acusaciones y procesos judiciales, reflejando las tensiones políticas y sociales en Veracruz.