Alexa Grasso es la primera mujer mexicana en ser campeona mundial de peso mosca de la UFC.
Alexa Grasso es una peleadora mexicana nacida en Guadalajara, Jalisco. Con 29 años se ha convertido en la primer mujer mexicana en conseguir un cinturón de la UFC uniéndose a sus compatriotas Brandon Moreno y Yahir Rodríguez.
“Cuando comencé me dijeron que nunca iba a conseguirlo, que nunca tendría un cinturón ni lograría llegar a UFC. Pero hemos trabajado muy duro y tengo un gran equipo a mi lado: mi tío, mi papá, mis entrenadores, compañeros. Tenemos mucho talento en el gimnasio y estoy muy orgullosa de eso”.
Desde pequeña fue adepta a los deportes, su bisabuelo fue quien inculcó el amor al boxeo en su familia, principalmente en su papá y su tío, quienes han sido pilares importantísimos en la vida de Alexa.
Alrededor de los 13 años su tío la introdujo en el mundo de las artes marciales mixtas . Así comenzó a competir en la disciplina del Jiujitsu. Al ser un deporte poco popular entre las mujeres, sus primeras peleas las ganó a chicos de su edad.
Cuando comenzó con las peleas de MMA sus triunfos le dieron más seguridad. Salía victoriosa de sus peleas y fue entonces cuando Alexa supo que ese era su camino. Pasó directamente a pelear de manera profesional pues no había muchas peleas amateurs.
En su debut internacional Alexa ganó su primer combate. Llegó a estar invicta durante 8 peleas seguidas. Alexa confiesa que en algún punto sintió presión por llevar una vida convencional, pero en lugar de casarse y tener una familia decidió seguir sus sueños de ser una peleadora profesional.
En una de sus victorias, Dan le hizo una visita en su camerino de Dana White, presidente de la UFC, momento que marcó el inicio de su camino participando de lleno en la UFC.
La primera vez que peleó en UFC, la impresión de estar en el octágono la abrumó. Aún con toda la presión consiguió sobreponerse y logró la victoria.
Lamentablemente no todo fue un camino de rosas, el momento en que sufrió la primer derrota fue un llamado de atención para Alexa. A la mexicana no le gusta perder y esta situación la llevó a mejorar en su entrenamiento y consiguió regresar al camino ganador.
La pelea que tuvo contra Macy Barber fue una de las pruebas más grandes para Grasso, peleaba contra la décima del mundo. A pesar de haber sufrido una lesión en el tercer round se sobrepuso ante el dolor y continuó para ganar la pelea.
La lesión sufrida a consecuencia de la pelea con Barber la hizo sentir vulnerable. En este punto Alexa tuvo que replantearse la decisión de continuar en el deporte, el dolor y la frustración eran demasiado.
Afortunadamente su familia siempre ha estado a su lado. Su padre, su tío, sus terapeutas físicos y mentales fueron un gran apoyo para ella y su recuperación fue completa lo que la hizo regresar al octágono.
La pelea contra Araujo fue un momento importantísimo para su carrera, ahí fue donde se demostró que estaba lista para las cintas negras, dándole su cuarta victoria al hilo en la categoría peso mosca.
Su sueño se hizo realidad el pasado 4 de marzo, cuando venció a Valentina Shevchenko en el cuarto round con una sumisión. Así se convirtió en la primer mexicana en conseguir un cinturón de la UFC para nuestro país.
Alexa quiere ser recordada como una pionera de su país, abrir la puerta para las mujeres de México que vienen detrás. Demostrarles que pueden ver al deporte como un trabajo para sus vidas. Con mucho orgullo Alexa Grasso es nacida, criada y entrenada en México.