Existen diversos mitos alrededor de la Revolución Mexicana que nos hacen preguntarnos, ¿de verdad sabemos de historia?
La Revolución Mexicana es uno de los sucesos históricos más importantes en nuestro país, al ser el generador de diversos cambios constitucionales y permitir el avance político, educativo, de salud y social la historia de nuestro país durante el siglo XX.
Iniciada el 20 de noviembre de 1910 y concluida formalmente en 1917 con la proclamación de la Constitución Mexicana, este movimiento armado costó la vida a entre un millón y dos millones de mexicanos, aunque la cifra real no se conoce.
Y aunque todos conocemos la historia del levantamiento en armas por parte de Francisco I. Madero que buscaba la presidencia; Francisco Villa que luchaba a favor de su gente y Emiliano Zapata, que buscaba el derecho a las tierras controladas por ejidatarios, existen diversos mitos que nos hacen preguntarnos, de verdad sabemos de historia.
¡Has la prueba respondiendo estas cinco preguntas!
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¿Quién es el padre del “Sufragio efectivo, no reelección”? ¿Porfirio Díaz o Francisco I. Madero?
Aunque todos hemos visto la imagen del triunfante Francisco I. Madero entrando en un blanco corcel son esta frase al fondo, la realidad es que fue el mismo Porfirio Díaz quien hizo historia antes al proclamar el 21 de marzo de 1876 el Plan de Tuxtepec donde menciona este lema.
En el Plan de Tuxtepec, Díaz acusa al presidente Sebastián Lerdo de Tejada de nombrar gobernadores a su arbitrio, eligiendo a sus candidatos “oficiales” sin tomar en cuenta a los ciudadanos independientes.
En su escrito de doce artículos, Díaz busca que se mantengan las leyes supremas y constitucionales de la Constitución de 1857), la iniciativa de ley de No-Reelección para las figuras del presidente de la República y gobernadores estatales y desconoce abiertamente a Sebastián Lerdo de Tejada como candidato único.
También pide que sea reconocido como general en jefe, así como de todos los jefes y oficiales del ejército que secunden el plan y la pena de muerte a quien realice tratos con el bando enemigo.
¿A quién apodaban el “Pingüica”?
Este hacendado nacido en Parras, Coahuila, ocupó la presidencia de México por 1 año y 3 meses.
De familia acaudalada, estudió la carrera de Comercio en Estados Unidos; posteriormente en Francia, y finalmente en San Francisco, California.
Le gustaban los largos recorridos a pie y fue un gran nadador y jinete.
Tras la muerte accidental de su hermano Raúl, se volvió creyente de las artes espiritistas, y llegó a asegurar que los espíritus le dictaban qué hacer y le permitían crear estrategias para derrocar a Porfirio Díaz.
Por este comportamiento los periodistas lo apodaron “El loco que se comunica con los muertos”.
Era vegetariano y cuando fue asesinado, Francisco Villa lloró su muerte pues lo consideraba un hombre recto.
Debido a su baja estatura, midiendo tan sólo 1.57 metros, Francisco I. Madero se ganó el apodo de “Pingüica” por parte de sus detractores.
¿Quién es el autor de frase “Tierra y libertad”? ¿Ricardo Flores Magón, Emiliano Zapata o Alexander Herzen?
Aunque el lema “Tierra y Libertad” se atribuye constantemente a la autoría de Emiliano Zapata, fue en realidad inspirado por Ricardo Flores Magón quien en su semanario Regeneración, abordó la situación mexicana desde un punto de vista socialista, inspirado en pensadores rusos.
En octubre de 1910, el pensador mexicano publicó un artículo titulado “Tierra”, en el que señaló:
“Al pertenecer la tierra a unos cuantos, los que no la poseen tienen que alquilarse a los que la poseen para siquiera tener en pie la piel y la osamenta. La humillación del salario o el hambre: éste es el dilema con que la propiedad territorial recibe a cada nuevo ser que viene a la vida; dilema de hierro que empuja a la humanidad a ponerse ella misma las cadenas de la esclavitud, si no quiere perecer de hambre o entregarse al crimen o a la prostitución”.
A partir de ese texto, Flores Magón publicó al final de por lo menos siete de sus artículos la frase “Tierra y Libertad”.
No obstante, este icónico emblema revolucionario es ruso, y fue Francisco Pineda Gómez quien en su libro La Revolución del Sur 1912-1914, página 26, señala al respecto:
“La supresión de la servidumbre en Rusia, en 1861, no trajo aparejada una mejora de las difíciles condiciones en que vivían los campesinos desposeídos. La frustración que esto provocó alentó la rebeldía que, con el lema Zemlya i Volya (Tierra y Libertad), se propagó por todo el imperio, fundándose en 1876, en San Petersburgo, el movimiento popular que llevó ese nombre y que tanta influencia tuvo en las luchas que culminaron en la revolución de 1905″.
¿Álvaro Obregón fue el primer presidente ladrón o desde antes ya se “carranceaba”?
Los presidentes militares emanados de la Revolución Mexicana popularizaron expresiones que los hicieron remembrables y asociables con algunas acciones.
El presidente Álvaro Obregón, reconocido por muchos por poseer un sólo brazo, incrementó su fama al comprar voluntades y periódicos mediante su expresión: “Nadie aguanta un cañonazo de 50 mil pesos”.
Bromista como era se dirigió a los mexicanos burlona y prometedoramente al decir: “Yo soy el mejor candidato a la Presidencia porque sólo tengo una mano” (para robar).
Sin embargo, esta declaración no fue la primera en encasillar a un funcionario corrupto, pues durante la gestión de Venustiano Carranza se gestó el verbo “carrancear” como sinónimo de robar.
Esta expresión nació entre los mexicanos de principios del siglo XX para definir a los gobernantes que, amparándose en que eran parte del gobierno revolucionario, robaban de manera descarada desde dinero de las arcas públicas hasta objetos de casas y oficinas.
Esos funcionarios formaban parte del gobierno de Venustiano Carranza, a quien los ciudadanos guardaban cierto respeto, por lo que se decía que era un presidente que “no robaba, pero dejaba robar”.
Asimismo, en nombre de ese mismo gobierno, las tropas de soldados carrancistas también llegaban a pueblos, haciendas y otros lugares para cometer robos de manera impune.
¿La Adelita fue una soldadera ,una mujer de la “vida galante” o una enfermera?
Aunque hoy en día cualquier mujer que participó en la Revolución es considerada una adelita, el término adelitas se refiere más específicamente a las enfermeras revolucionarias.
De 1914 a 1917, se registró la filiación revolucionaria de 124 enfermeras: 19 enfermeras en el zapatismo, 10 en el villismo, 2 convencionistas y 93 constitucionalistas-carrancistas, de acuerdo con Matha Eva Rocha Islas en Los rostros de la rebeldía.
A pesar de que la inmensa mayoría de las enfermeras que sirvieron durante la Revolución Mexicana se mantiene en el anonimato, una de ellas dio nombre para representar a este rubro tan importante: Adela Velarde Pérez, la primera adelita.
Esta mujer además de atender a los hombres y mujeres lesionados por la cruenta guerra, también se encargaba de los alimentos, cargaba armas e incluso participaba en batallas si así se requería, según la Secretaría de Cultura.
A la corta edad de 14 años, Adela Velarde huyó de su casa para unirse a la Cruz Blanca Constitucionalista, una brigada itinerante conformada por personal que salió de Laredo rumbo a Ciudad Juárez.
De acuerdo con Leonor Villegas en La rebelde, una jovencita muy bella se le acercó en Chihuahua diciéndole “Señora, yo quiero servir en sus filas”.
Se dice que su destreza y eficiencia la convirtieron rápidamente en una de las favoritas de las tropas. También se sabe que tuvo una destacada participación en contra de la Usurpación Huertista.
Así mismo, se cuenta que era una mujer bella y generosa, llena de alegría y curiosidad.
Aunque poco se sabe de su historia, se tiene conocimiento de la dedicación y valentía de Adela Velarde Pérez, quien se convirtió en referente de las enfermeras revolucionarias.
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