Para que un mueble de este tipo esté bien construido debe tener la mayor parte del peso en la parte trasera, con una mayor profundidad que altura
Esta semana se dio a conocer la noticia de que el emporio sueco de muebles IKEA indemnizará a una familia con 46 millones de dólares luego de que una de sus cómodas fuera la responsable de haberle quitado la vida a un niño, quien murió aplastado al caerle los cajones de este gavetero diseñado y construido por la marca.
Un caso que va más allá de una nota, pues tan sólo en Estados Unidos cada 30 minutos un menor de edad es víctima de un accidente en donde se han visto involucrados muebles que les caen encima.
¿De qué estamos hablando, aquí unos ejemplos?
Pero porqué pasa esto. En el caso de las cómodas, cuando uno de los cajones sale, sobre todo los superiores, se produce un brazo de palanca que podemos jalar o mover.
Lo que crea una situación llamada torque por el movimiento del centro de gravedad y la presencia de estos brazos de palanca. Algo que puede pasar prácticamente con cualquier cómoda, gavetero o tocador mal diseñado o construido.
En el caso del modelo de Ikea, se trató de un mueble de 32 kilos de peso y 76 centímetros de altura el cual fue descontinuado en el 2016, pero que otras marcas continúan vendiendo sin tomar las debidas precauciones o dejándole la responsabilidad al cliente al momento del armado o de tener que fijar este tipo de mobiliario a la pared, algo que sólo el 25% de los clientes llevan a cabo.
Para que un mueble de este tipo esté bien construido debe tener la mayor parte del peso en la parte trasera, con una mayor profundidad que altura y las aberturas de los cajones poco profundas.
De hecho si usted está pensando comprar uno de estos muebles o quiere saber qué tan seguros son los que tiene en casa, haga esta prueba:
Debe poder abrir los cajones, sobre todo los superiores sin que el mueble pierda estabilidad o abrir el cajón superior y aplicar un peso de 20 kilos aproximadamente sin que el mueble se caiga.
Sabemos que en muchas ocasiones un mueble bien hecho saldrá hasta 3 veces más caro que uno de las grandes fabricas internacionales, pero nunca anteponga su presupuesto por la seguridad de los suyos.
Y si no hay de otra, procure fijar los muebles en lo que las autoridades correspondientes legislan para que la calidad y seguridad de los productos sean responsabilidad del fabricante y no del consumidor.
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