Este viernes se encendió el pebetero de los Juegos en París, marcando la inauguración del evento veraniego.
La tan esperada fecha finalmente llegó, y este viernes 26 de julio comenzó el evento veraniego con una ceremonia de inauguración única en París, que se destacó por celebrarse a lo largo del Río Sena.
Con el inicio del evento deportivo más importante, han surgido dudas sobre la llama olímpica y su historia, incluyendo qué sucede si se apaga y cómo debe encenderse.
Uno de los momentos más esperados de esta tarde fue el encendido del pebetero con la antorcha, que ha recorrido un largo trayecto desde su inicio en el Templo de Hera en Grecia, el pasado 16 de abril.
Los deportistas franceses Marie-José Pérec y Teddy Riner fueron los encargados de encenderla en París, marcando el inicio de la edición XXXIII de los Juegos Olímpicos.
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El pebetero debe mantenerse encendido hasta la ceremonia de clausura. Sin embargo, si se apaga, no debe reencenderse de manera común, como con fósforos o un encendedor.
Existen llamas de reemplazo que acompañan a la llama principal, y se utilizan para reencender el fuego en caso de que se apague. Estas llamas también son encendidas en el santuario de Olimpia.
Es importante recordar que la antorcha se enciende con la ayuda de los rayos del Sol para preservar su pureza, y hay personas encargadas de asegurarse de que no se extinga.
En toda la historia del evento deportivo más esperado, la llama olímpica solo se ha apagado en dos ocasiones. La primera ocurrió en Montreal 1976 debido a una fuerte tormenta durante la ceremonia inicial.
La segunda vez que la llama olímpica se apagó fue en Atenas 2004, cuando Lambis Nicolau, el presidente del Comité Olímpico Griego, pasó la antorcha a Gianna Angelopoulos, la presidenta del Comité de Organización. Aunque el incidente solo duró unos segundos, quedó registrado para siempre.
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