Con motivo de su participación en el 3er Encuentro Internacional de Muralismo llevado a cabo en Tizayuca, Hidalgo, Casa ASEM (Asociación del Servicio Exterior Mexicano) ubicada en Durango No. 128, col Roma, abre sus puertas a la exposición plástica Invasión / Com-pasión.
Casa ASEM cumple 62 años de existencia como asociación civil que se dedica a promover los valores del personal de carrera del Servicio Exterior Mexicano, así como apoyo a la Política Exterior de México.
La exposición de estos cuatro pintores hondureños se debe a un interés especial de la embajadora de México en Honduras, Dolores Jiménez Hernández, quien como parte de su actividad cultural está interesada en promover a destacados artistas hondureños, así como estrechar el intercambio cultural entre nuestras naciones.
Artistas visuales que cruzaron fronteras desde Honduras, para llegar con su obra a México, las piezas que comprenden esta muestra, nos llevan con las líneas de su trazo por un viaje que nos acerca a los bosques abiertos y cadenas de montañas de Tegucigalpa. Obras plasmadas de identidad, que se refleja como atmósfera, con la paleta cada uno de estos artistas.
Los pintores que participan en esta muestra son Denis Berríos, graduado de la Escuela Nacional de Bellas Artes y ganador de diversos premios, quien lleva a cabo un importante trabajo con el proyecto ART3 D-BARRIO con el que ha recuperado diversos espacios a través del arte.
Su obra podría encontrar su definición en la abstracción figurativa, en ellas se puede intuir influencias plásticas importantes, que vienen de los impresionistas. Como toda creación que surge de la nada, del espacio vacío o en blanco, se requiere el esbozo que da pie a la estructura, misma que vemos en las pinturas de Denis Berríos como un necesario trazo arquitectónico de la plástica.
José Alonzo, graduado de la Escuela Nacional de Bellas Artes, tiene en su haber múltiples exposiciones individuales y colectivas, además de contribuir con su trabajo muralístico a generar un cambio social. Por medio de la pintura trabaja con los jóvenes de zonas de riesgo.
Su obra conserva desde el principio, la línea como parte principal de la obra, incluso se conserva hasta el final, después del color. Su pintura refleja el conocimiento de la forma, y a la vez está impregnada de estilos que van del surrealismo a la ilustración.
Caríqui, egresado de la Escuela Nacional de Bellas Artes, Caríqui se define como artista urbano, tiene múltiples participaciones y colaboraciones, en gran medida de corte social y perspectiva humana. Al ser un artista urbano, mucha de su obra se encuentra de forma física y permanente en las calles.
Su obra, tiene tendencias más apegadas al realismo, con elementos propios del medio natural de Honduras como figuras principales de las obras. Se hace evidente el buen manejo del color y la composición académica, sin duda nos remite a los pinares de Honduras, y una vez más la paleta refleja el estrecho sentimiento de convivencia con la tierra y los elementos que esta proporciona.
Mateo Pineda, egresado también de la Escuela Nacional de Bellas Artes, y actualmente radicado en México, con su obra vemos la mezcla entre aquello que se encuentra en la cultura desde tiempo atrás y la evolución gráfica que ha venido con lo digital.
Sin duda su obra es un paso con tendencia hacia lo actual, pero también nos remite a un referente claro en el arte Pop. Como influencia no es necesario mencionar a Andy Warhol.
Es así como en conjunto, estos cuatro artistas son dignos representantes del arte y de la cultura de Honduras, que viene a hacernos partícipes de los paisajes, los colores, el misticismo y la cultura de una tierra, misma que se nos presenta en un intercambio artístico, y da cuenta de las transformaciones que el arte es capaz de lograr, en cada uno de nosotros de forma individual así como en la sociedad.
La exposición se inauguró el pasado 29 de julio y estará en casa ASEM hasta este 3 de agosto.