¿Cómo nos hemos beneficiado de la expropiación petrolera? Aquí es donde se abre el debate, pues parece que el hidrocarburo si fue de los mexicanos… pero no de todos
Hoy recordamos a la expropiación petrolera. Un acto que ha sido venerado por gobiernos pasados y presentes como un hecho de libertad. Un paso al desarrollo. Y el inicio de la riqueza de nuestra sociedad como lo hizo ver José López Portillo en donde casi casi nos dio a entender que pensáramos qué hacer con tantos beneficios.
Pero ¿qué es una expropiación y cómo nos ha beneficiado?
Después del 18 de marzo de 1938 y según lo establecido en la Ejecución de la Ley de Expropiación establecida en el artículo 27 de la Constitución Mexicana, el Estado se hacía legalmente de las embarcaciones, máquinas, oleoductos, refinerías, instalaciones, edificios, estaciones de distribución así como muebles e inmuebles de las compañías, filiales y subsidiarias.
El pago se llevó a cabo incluso con la ayuda de la ciudadanía, que según relatos de nuestros bisabuelos provocó que los pobladores llevaran joyas, dinero o cualquier cosa de valor como apoyo al General Lázaro Cárdenas para cumplir con el compromiso.
Y es que una expropiación se ha entendido como un acto que utiliza el estado bajo el argumento de resolver la necesidad de una colectividad. En donde por virtud de los 3 poderes se adquiere de una o varias personas físicas o jurídicas, bienes inmuebles, muebles o derechos de forma obligatoria mediante el pago de una indemnización.
Las causas de beneficio deben estar previstas por la ley federal o estatal. Acreditando sin lugar a dudas cómo la compra mejorará las necesidades de la sociedad. Se integra el expediente y se decreta la expropiación. Pero dando derecho al expropiado de entablar un juicio de amparo o impugnación ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
¿Cómo nos hemos beneficiado de la expropiación? Aquí es donde se abre el debate, pues parece que el petróleo si fue de los mexicanos, pero no de todos.
La decisión que en su momento hizo quedar bien a México ante la comunidad internacional qué vivía el régimen nazi de Hitler, después sólo sirvió para vender a bajo precio las reservas por varios años.
Se daba petróleo y se compraban derivados ante la incapacidad de poder fabricarlos en el país. No se hicieron las refinerías suficientes y la burocracia sin control administrativo se beneficio a costa de resto de los connacionales. En una empresa tan noble que durante años mantuvo al país, a la burocracia y al sindicalismo logrando un monopolio de números rojos que pocos libros de historia lograrían explicar.
Las reformas y los rescates siguen llegando tarde. Y los beneficios parece que nunca los tendrá la población. En una época en donde el jugo de dinosaurio va de salida y México sigue brillando por esa ridícula necedad de meternos el pie entre nosotros.
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