El pink market es más complejo de lo aparente pues el colectivo LGBT no quiere “algo especial”, sino que la identidad y valores de las firmas vayan acordes con el discurso de inclusión
El concepto pink market fue creado por los mercadólogos para estudiar los hábitos de consumo de la población homosexual, gays y lesbianas específicamente, dejando fuera a la comunidad transgénero, transexuales y bisexual, por lo que parte del colectivo LGBT rechaza dicha denominación.
Sin embargo, es necesario hacer una delimitación para estudiar los comportamientos de consumo de quienes reconocen su homosexualidad.
De esta forma, el también mercado rosa, está en crecimiento y es de alta rentabilidad a nivel mundial, tomando en cuenta que según un informe de LGBT Capital, su capacidad de compra en 2018 fue de 3.6 billones de dólares.
Tan solo en Estados Unidos, datos de Simmons Market Research Bureau indican que este mercado tiene un valor de 450 mil millones de dólares anuales.
En cuanto a México, el poder de compra de la población homosexual (en promedio de 8.1 millones de personas) asciende a los 60 mil millones de dólares, según LGBT Capital.
El censo de población realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en 2010 reflejó que 230 mil hogares estaban conformados por parejas homosexuales.
Además, casi 60 % cuenta con ingresos mensuales superiores a los 10 mil pesos y 29 % superan los 20 mil pesos; y como consumidores, gastan entre 10 % a 15 % más que otros sectores, dado que buena parte de ellos forman hogares con doble ingreso y sin hijos, lo que les permite disponer de su dinero en tecnología, moda, viajes, ocio y entretenimiento.
Frente a este panorama, en el que como sector han logrado mejorar en la posición socioeconómica, así como en la conquista de derechos, muchas son las empresas que han advertido el potencial de rentabilidad que representan, por lo que, varias marcas han tratado crear líneas de comunicación con productos y servicios específicos.
No obstante, esto ha sido más complicado dado que el colectivo LGBT no quiere “algo especial”, sino que la identidad y valores de las firmas vayan acordes con el discurso de inclusión y reivindicación de los derechos.
IPR
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