El presidente ruso, Vladimir Putin, se disculpó el jueves ante el primer ministro Naftali Bennett por los comentarios del ministro de Asuntos Exteriores
El presidente ruso, Vladimir Putin, se disculpó este jueves ante el primer ministro israelí, Naftali Bennett, por declaraciones de su canciller, quien dijo que Adolf Hitler tenía “sangre judía”, informó el gabinete de Bennett.
El primer ministro aceptó las disculpas del presidente Putin por los comentarios de [Serguéi] Lavrov y le agradeció haber aclarado su postura sobre el pueblo judío y la memoria del Holocausto”, señaló el comunicado israelí.
Los dos líderes también destacaron la importancia del 9 de mayo, Día de la Victoria de la Unión Soviética ante la Alemania nazi, así como el recuerdo de las víctimas de la guerra y del Holocausto.
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Bennett mencionó la contribución del Ejército Rojo a la victoria en la Segunda Guerra Mundial. Durante la conversación, Bennett sacó a colación la petición del presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, de encontrar una solución a la planta siderúrgica Azovstal, asediada en Mariupol, donde se calcula que hay varios cientos de personas atrapadas. Putin dijo que Rusia seguía dispuesta a proporcionar un paso seguro para que los civiles abandonaran la planta y pidió a Kiev que ordenara a los combatientes ucranianos atrincherados en Azovstal que depusieran las armas.
Lavrov afirmó el domingo pasado que el hecho de que el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, sea de origen judío no le impedía dirigir un régimen “neonazi”, como afirma Rusia, que usó ese argumento para invadir Ucrania en febrero.
Puedo equivocarme, pero Hitler también tenía sangre judía”, dijo Lavrov, desatando la indignación de Israel, que desde el inicio el conflicto trata de mantener un delicado equilibrio entre Kiev y Moscú.
Israel, que hasta ahora había mantenido una posición tibia respecto a la guerra en Ucrania para no enturbiar su relación con Moscú, cambió el tono en los últimos días a raíz de las declaraciones de Lavrov y el ministro israelí de Exteriores, Yair Lapid, exigió incluso una disculpa pública.
“Creo que el gobierno ruso necesita disculparse con los judíos, en memoria de los que fueron asesinados. Fue una declaración horrible”, afirmó Lapid y sugirió a Lavrov que “lea un libro de historia” en lugar de difundir falsos “rumores antisemitas”.
Bennett declaró que “mentiras como éstas tienen como objetivo culpar a los propios judíos de los crímenes más terribles de la historia, que se cometieron contra ellos, y liberar así a los opresores de los judíos de su responsabilidad.
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CAB