Desde hace dos años se aprobó dicho plan, sin embargo el mes pasado fue aceptado por el organismo de vigilancia nuclear de la ONU.
Protestan en China y Corea del Sur tras vertido de aguas de la planta nuclear de Fukushima. El plan fue aprobado por el gobierno de Japón desde hace dos años.
El mes pasado recibió luz verde del organismo de vigilancia nuclear de la ONU para liberar el jueves agua radiactiva tratada de la destrozada planta de energía nuclear de Fukushima en el Océano Pacífico.
Esta medida tuvo como consecuencia que China anunciara una prohibición general inmediata de todos los productos acuáticos procedentes de Japón, por el riesgo de contaminación radiactiva provocada por los productos alimentarios y agrícolas de Japón.
Hong Kong y Macao también han anunciado su propia prohibición a partir del jueves. El primer ministro surcoreano, Han Duck-soo, dijo que las prohibiciones de importación de Fukushima se mantendrán hasta que se alivien las preocupaciones del público.
La descarga es un paso clave en el desmantelamiento de la planta de Fukushima Daiichi después de que fuera destruida por un tsunami en 2011.
Según los resultados de las pruebas de Tepco publicados el jueves, esa agua contenía alrededor de 63 becquereles de tritio por litro, por debajo del límite de agua potable de la Organización Mundial de la Salud de 10 mil becquereles por litro. Un becquerel es una unidad de radiactividad.
La policía surcoreana arrestó al menos a 16 manifestantes que ingresaron a la embajada japonesa en Seúl, aunque el gobierno de Corea del Sur ha dicho que su propia evaluación no encontró problemas con los aspectos científicos y técnicos de la liberación.
Unas cuantas docenas de manifestantes se reunieron frente a la sede de Tepco en Tokio con carteles que decían “¡No arrojes agua contaminada al mar!”.