El punto débil de estudiar en línea, es que al no tener una comunicación cara a cara, podemos malinterpretar frases o palabras
Hoy en día, las Tecnologías de la Información y Comunicación (TICs) han modificado sustancialmente -dando oportunidad a expandirlas- distintas actividades cotidianas, como la administración pública, el comercio o el hecho de estudiar.
Así, el hecho de estudiar en línea cambia el paradigma educativo que prevaleció por décadas, el cual obligaba al educando a estar frente a un docente y una pizarra física, escuchando y muchas veces sin saber ciencia cierta si le estaban resolviendo sus dudas en tiempo real.
Bajo la premisa de la educación a distancia en línea, la educación se ha convertido en una experiencia de aprendizaje por la casi auto-enseñanza, pues al no estar físicamente en un salón y el estudiante decidir y organizar sus tiempos.
Tiene la oportunidad de buscar y resolver por su cuenta dudas, solo comunicando dudas muy específicas al grupo o profesor, o preguntando en los foros de discusión expresamente las dudas, permitiendo a los compañeros ser partícipes en la resolución.
En esta nueva dinámica, los papeles del estudiante en línea han cambiado, para ir del rol pasivo sentado en una butaca escuchando hablar al profesor y no siempre participando en la clase, a un rol pro-activo en el que por cuenta propia tiene que investigar y entender las actividades para generar una experiencia de aprendizaje conjunto con otros alumnos en línea.
La educación en línea permite la revisión y corrección de las actividades para ir resolviendo dudas por parte del profesor -que en este caso toma más un papel de un guía o tutor del proceso de aprendizaje-, favoreciendo una mejora en las calificaciones pero sabiendo que se está aprendiendo. Siempre a su ritmo, claro, sabiendo que hay ciertos plazos por cumplir.
El punto débil, y en el que debemos tomar mucha atención, es el hecho de que al no tener una comunicación cara a cara, podemos malinterpretar frases o palabras al no tener el respaldo de una intencionalmente sonora y de gesticulación, por lo que debemos entender que todo es en ánimo de la mejora del otro, no tomarnos nada de forma personal y tratar de ser lo más claros en la redacción de los comentarios.
Por otro lado, la experiencia de estudiar en línea brinda la oportunidad de desarrollar el pensamiento y creatividad, potenciando habilidades propias para la resolución de problemas, la integración, organización y comprensión de la información.
En cuanto a los retos, dependerá mucho el factor generacional. Probablemente a los nativos tecnológicos les será más fácil integrarse a este esquema educativo, pero a los que crecieron y se formaron en el viejo esquema, el cambio les resultará complicado pues es un cambio de paradigma de casi 180°.
Pero, al darse cuenta que teniendo una computadora y acceso a Internet, estando en cualquier lugar, puede marcar su propio ritmo de aprendizaje y de diseñar sus perspectivas de estudio con base en sus metas académicas, pronto le “agarrará el gusto”.
IPR
Contenido relacionado