México es un país en el que, a decir de la UNICEF prevalecen los humillantes castigos corporales como forma de violencia contra menores
Llegamos al viernes y muchos tendrán un fin de semana prácticamente como lo han tenido los últimos 6 meses. En donde la convivencia está más fuerte o más endeble que nunca. Y ya que estamos en temas de socialización me gustaría terminar la jornada con el tema de los castigos corporales a los infantes que tanta polémica causó.
Hay quienes creen que es una medida necesaria, pero también hay padres que opinan que mientras sean ellos los responsables de sus hijos, la educación y corrección queda completamente a su cargo y responsabilidad. Pero bueno, en términos legales, ¿en dónde estamos parados con la nueva reforma?
Los cambios a la Ley General de Niños y Adolescentes y al Código Civil a la letra dice: “Queda prohibido que la madre, padre o cualquier persona en la familia utilice el castigo corporal o cualquier tipo de trato y castigo humillante como forma de corrección o disciplina de niños o adolescentes”. Es decir, el uso intencional de la fuerza física, moral o de cualquier acto que busque provocar dolor, molestia o humillación que atenten contra la integridad física, psíquica y emocional.
Esto, en un país que a decir de la UNICEF prevalecen los humillantes castigos corporales como forma de violencia contra niñas, niños y adolescentes. En donde 4 de cada 10 infantes han sufrido violencia física o psicológica durante la pandemia. Y 6 de cada 10 pequeños entre 1 y 14 años normalizan el castigo corporal o psicológico en sus hogares.
¡Se acabaron la chanclas voladoras! Los cambios a la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes y al Código Civil Federal, establecen que quedarán prohibidos el castigo corporal y humillante#AbreLosOjos @FranciscoZea @ElOpinadorTV por @ImagenTVMex pic.twitter.com/6lQuOWpLs7
— imagenzea (@imagenZea) October 2, 2020
Pero también en un país donde se respeta menos la ley. En donde las acciones de civilidad brillan por su ausencia. Con personas que creen que un reglamento establecido viola sus garantías y libertades de hacer lo que les venga en gana. Y confunden derechos humanos con equilibrios que hacen funcional a la sociedad.
¿Qué pasa por la mente de un Lord o una Lady que cree que puede transgredir la Ley? En donde estuvo la falla de corrección de las personas que se rigen por su santa voluntad. Esto no significa que la letra con sangre entra, pero también nos deja un par de alertas, que ante una generación de cristal, la frustración y la prohibición de un abuso no debe interpretarse por alguna de las partes, como un libertinaje total.
Y es que si la calle enseña entonces hoy nuestros niños creerán que cerrar carreteras es una forma de negociar, que agredir por una pizza es libertad o que desprestigiar al otro y tratarlo como enemigo por pensar diferente es la mejor manera de actuar. Ojalá pasemos del autoritarismo al marcaje de límites. Educando para vivir en una sociedad en donde las normas, reglas y comportamiento no estén peleados con las ganas de progresar.
IPR
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