Malasia prohibió la canción “Despacito” en la televisión y la radio estatal, aunque podría resultar difícil poner freno al éxito del tema.
La prohibición sólo afecta a los medios estatales, no a las emisoras privadas ni a servicios de música a través de internet o plataformas globales de entretenimiento como YouTube.
La canción fue revisada y vetada debido a quejas del público sobre que la letra de la canción es obscena, dijo el jueves el ministro de comunicaciones malasio, Salleh Said Keruak.
El remix de la canción con Justin Bieber no se verá afectado por el veto, explicó el funcionario.
Las emisoras privadas deberían censurar por su cuenta la canción por sensibilidad hacia la cultura local, agregó Salleh según declaraciones recogidas por medios locales.
El partido islamista Amanah había denunciado la canción y pidió que no se emitiese en Malasia ya que muchos niños la cantaban sin entender el significado de su letra.
“Respetamos el derecho al entretenimiento, pero debería haber directrices claras para que el entretenimiento no eche a perder a las personas sino que las haga mejores”, dijo Atriza Umar, responsable de la formación, al diario The Star.
Víctima o no de los intereses políticos de la clase gobernante, Despacito desaparecerá de las ondas –estatales— radiofónicas y televisivas del país asiático. Y el deseo manifestado por Luis Fonsi de “unir a la gente y las culturas” a través de su gran éxito tras conocer el récord en streaming no será posible. Al menos en Malasia.