El primer ministro iraquí, Haidar al Abadi, aseguró hoy que la toma por parte de las fuerzas gubernamentales de la mezquita de Al Nuri, en la ciudad de Mosul, es “el anuncio del fin” del califato proclamado hace tres años por el grupo terrorista Estado Islámico (ISIS).
“La voladura de la mezquita de Al Nuri y su minarete Al Hadbaa, y su restitución hoy al seno de la patria, es un anuncio del fin del ‘pseudoestado’ de Dáesh” (acrónimo en árabe del Estado Islámico), dijo Al Abadi en su cuenta oficial de Twitter.
“Continuaremos luchando contra los de Dáesh hasta que todos sean apresados o matados”, añadió en un tuit Al Abadi, quien también ostenta la Jefatura del Ejército.
Las autoridades iraquíes esperan que la prolongada batalla por Mosul termine en los próximos días, ya que algunos combatientes del Estado Islámico aún se encuentran agazapados en un puñado de vecindarios de la Ciudad Vieja.
La captura de la Gran Mezquita de al-Muri, una construcción de 850 años de antigüedad desde donde el Estado Islámico proclamó su califato en Irak hace tres años, representa una enorme victoria simbólica.
La caída de Mosul en efecto marcaría el final del califato de Estado Islámico en Irak, pese a que el grupo todavía controla territorios al sur y al oeste de la ciudad. Su capital en Siria, Raqqa, también está bajo el asedio de una coalición liderada por agrupaciones kurdas y que recibe el apoyo de Estados Unidos.
La mezquita y el minarete, de 45 metros de altura, databan del siglo XII y suponían un símbolo para el propio grupo terrorista, puesto que en ese templo se pronunció el discurso por el que el líder de ISIS, Abu Bakr al Bagdadi, se declaró califa el 5 de julio de 2014, una semana después de que se proclamase el “califato” en los territorios que el grupo controlaba en Irak y en Siria.