Decidida a frenar la propagación de un cántico considerado homófobo, la CONCACAF aprovechará la Copa de Oro para promover una campaña de educación en los 14 estadios de Estados Unidos que albergarán a partir del viernes los partidos de su máximo torneo.
La iniciativa se denomina “El Estadio Que Todos Queremos” y su intención es repeler el coro con una palabra ofensiva contra los gays cuando el arquero del equipo contrario realiza un saque de meta.
“Vamos a estar al frente en esta lucha, ser proactivos. Queremos educar para que se entienda que se trata de un canto ofensivo y que es una conducta ofensiva”, declaró el secretario general de la CONCACAF Philippe Moggio en una entrevista con la prensa.
Aunque tenía años que era utilizado por la afición del club mexicano Chivas, el grito se extendió a otros estadios en 2004 y por primera vez ese año en un torneo oficial en el Preolímpico en la ciudad occidental de Guadalajara.
La federación mexicana ha lanzado campañas publicitarias con jugadores de la selección que le piden a los aficionados dejar de proferir el grito, lo cual no ha funcionado. El canto volvió a retumbar en la cancha del Estadio Azteca durante partidos eliminatorios ante Honduras y Estados Unidos realizados a principios de junio.
La FIFA ha multado a México ocho veces por los cánticos de sus hinchas desde hace un par de años.
Pero durante la Copa Confederaciones el mes pasado en Rusia, la FIFA anunció que sería más estricta —incluyendo dar la facultad a los árbitros de interrumpir los partidos tras una advertencia— para controlar este grito, que se ha popularizado entre los fanáticos de otros países latinoamericanos. Se escuchó en el debut de México contra Portugal en Kazán, aunque los hinchas mexicanos no volvieron a emitir el grito.
Ante la amenaza de una sanción, los aficionados mexicanos en Rusia se reunieron y se organizaron previo a los partidos del ‘Tri’ para dejar de realizar el grito, pero se teme que los incidentes se reiteren en la Copa de Oro, en cada ciudad que juegue México.
El plan es distribuir panfletos y afiches con información que explique lo que es una conducta inapropiada en las tribunas, involucrando a todos los actores desde jugadores hasta los encargados de seguridad en los estadios.
“Somos conscientes de que no vamos a cambiar este tipo de conducta de un día al otro”, afirmó Moggio. “Nuestra intención es llegar a la gente que quizás hace el canto, pero que no entiende que lo que está cantando es ofensivo. Los objetivos son educar, crear conciencia y fomentar el respeto en las canchas”.
En caso que el grito retumbe en las próximas semanas, la CONCACAF no contempla imponer nuevas sanciones a México.
“No queremos señalar exclusivamente a México”, dijo Moggio. “Este es nuestro torneo, que se disputa en un territorio neutral. Somos partidarios de educar, en lugar de tomar medidas disciplinarias por algo que ellos mismos no pueden controlar. Es cuestión de tratar de cambiar un comportamiento”.