Más de 2,000 bomberos seguían luchando el lunes en Portugal para controlar los grandes incendios forestales en la región central del país, donde un fuego mató a 62 personas, mientras crecían las críticas a las autoridades por no haber hecho más por impedir la tragedia.
Está previsto que este lunes lleguen refuerzos de España, Francia e Italia, incluidos aviones para arrojar agua sobre las llamas, dentro de un programa de cooperación de la Unión Europea.
Sin embargo, grandes humaredas impedían el despliegue de aeronaves para descargar agua sobre el fuego en el centro del país.
Un descenso de la temperatura durante la noche ayudó a los bomberos a controlar parte de las llamas, según explicó a la prensa el comandante de protección civil Elisio Oliveira, pero algunos de los fuegos seguían avanzando por zonas inaccesibles en cadenas montañosas unos 150 kilómetros (90 millas) al norte de Lisboa.
Portugal guardaba tres días de luto nacional por la muerte de 62 personas el sábado por la noche en torno a la localidad de Pedrogao Grande, de lejos la peor cifra de víctimas en un incendio documentada en el país.
Los diversos fuegos se veían avivados por un calor abrasador _con temperaturas que superaron los 40 grados Celsius (104 Fahrenheit)_, así como fuertes vientos y maleza seca tras varias semanas sin apenas lluvias. La región está cubierta de un denso bosque en colinas escarpadas.
Mientras tanto, el destacado grupo de presión ecologista portugués Quercus emitió un comunicado tribuyendo los incendios a “errores de administración forestal y malas decisiones políticas” de varios gobiernos en las últimas décadas por permitir la siembra masiva de eucaliptos, la especie comercial más habitual y rentable en el país pero a la que se acusa a menudo de avivar las llamas.
Se ha criticado a los servicios de emergencias por no cerrar una carretera donde ocurrieron 47 de las muertes, que la gente utilizaba para huir del fuego el sábado por la noche. El gobierno ha admitido que en ocasiones, los grandes incendios provocan una caída de las comunicaciones.
Los incendios forestales son una lacra anual en Portugal. Entre 1993 y 2013, el país registró el mayor número de incendios forestales anuales de toda la Europa Meridional, que también engloba a España, Francia, Italia y Grecia, según un reporte publicado el año pasado por la Agencia Medioambiental Europea, a pesar de que es el más pequeño de esos países.
El 35% de Portugal está cubierto por árboles, ligeramente por encima de la media del 31% en la UE de 28 países. La industria maderera, especialmente la producción de pulpa de papel, supone en torno al 3% del Producto Interno Bruto.