Por Rodulfo Figueroa Pacheco
El enfoque racional, deliberado y sistematizado para administrar – ojo no resolver – el fenómeno migratorio en México debe pasar forzosamente por un análisis técnico que considere entre muchos factores al mercado laboral, la situación demográfica y el clima en Norteamérica, Centroamérica y el Caribe.
Existen oportunidades que permiten aprovechar la evidente asimetría de económica entre los países de la región, misma que es el motor más evidente de la migración; por ejemplo, la población de Estados Unidos y Canadá envejece rápidamente, los llamados Baby Boomers son más de 85 millones de personas quienes vivirán más que cualquier generación previa en la historia de la humanidad. ¿Quién los va a cuidar? ¿Cómo se va a abatir el déficit de trabajadores en el sector salud en Norteamérica? ¿Qué hace falta en México para ser exportados de enfermar@s como los es Filipinas? ¿Qué significa que nuestros migrantes ganen sueldos de enfermer@s en lugar de sueldos de Jornaleros agrícolas?
Los países expulsores de gente o incluso los receptores, pueden, y a mi juicio deben desarrollar sistemas de educación que complementen las necesidades laborales de los países receptores, solo así podemos imaginar un futuro en donde la migración no se caracterice por la presencia de policías, violencia, traficantes y explotación, sino de maestros, educación, circularidad y bienestar.
A todos nos conviene; hasta ahora, lo fácil ha sido alimentar la maquinaria represora de los países contratando agentes de migración en Estados Unidos y Guardias Nacionales en México, salpicados de helicópteros, camionetas, centros de detención etcétera, todo esto sin éxito.
Porque no cambiar el paradigma; Estados Unidos necesita trabajadores agrícolas y los obtiene con gran éxito bajo los programas que existen hoy en día ¿porque no extender ese modelo a otros sectores? vamos a capacitar a nuestras poblaciones con habilidades técnicas que ya demanda hoy el mercado laboral, vamos a dignificar el esfuerzo de los héroes que deciden buscar un mejor futuro para ellos y sus familias con un sistema de capacitación que incluya industrias y tareas perfectamente bien definidas y que son autosustentables, el gobierno debe facilitar el desarrollo de estos sistemas; y si, probablemente subsidiarlos en su arranque, pero sin duda una vez que se alcance una masa crítica para su sustentabilidad financiera, estos podrán sostenerse sin necesidad de recursos públicos.
Es importante buscar soluciones distintas a las intentadas hasta ahora; dice el clásico, que la definición de locura es hacer lo mismo y esperar resultados diferentes. Atrevámonos a buscar un nuevo camino, tengamos el valor de innovar y busquemos aquí, hoy, nosotros, las soluciones para un futuro que prometa esperanza y bienestar.
Rodulfo Figueroa Pacheco, exdelegado del INM en Baja California 2013-2019 / Empresario y Residente Fronterizo desde 1995.